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lunes, 5 de diciembre de 2011

El partido de Putin mantiene la mayoría absoluta y los comunistas ganan terreno

Casi 110 millones de rusos estaban llamados a las urnas para decidir quiénes serán sus diputados federales para los próximos cinco años, y aunque el nombre del ganador no ha sorprendido, sí lo han hecho sus porcentajes. El partido oficialista Rusia Unida (RU) roza la mayoría absoluta en votos, aunque en esta ocasión ha ganado las elecciones parlamentarias con un 49,47%, unos 14 puntos menos que cuatro años antes, cuando obtenía un 64,3%. Son datos con el 93% del escrutinio y el resultado final podría variar hasta tener los datos totales, como lo ha hecho durante la noche.

Las reacciones no se han hecho esperar. Rusia Unida ha proclamado su victoria y el primer ministro ruso, Vladimir Putin, dijo que los resultados permitirán garantizar el "desarrollo estable" de Rusia: "Este es un resultado óptimo que refleja la situación real en el país. A partir de este resultado podemos asegurar el desarrollo estable del país".

El presidente Dmitry Medvedev se movió en la misma línea, asegurando que lo visto durante la jornada de este domingo "es democracia en acción" y "la variedad que vamos a estar en la Duma refleja la realidad de la distribución de las fuerzas políticas del país" añadió.

No obstante, ya lo adelantaban los institutos demoscópicos, Rusia Unida perdería la mayoría de dos tercios que actualmente ostenta en la Duma y que le permite acometer cambios constitucionales.

El recuento oficial indica que el Partido Comunista podría recibir casi el 20% de los votos. Cabeza a cabeza se encontraban el partido de centro Rusia Justa, con un 13,07% de los votos, y el Partido Liberal Demócrata (LDPR) de ultraderecha con el 12,66%.

Los grandes ganadores de estos comicios parecen ser los comunistas, que registraron una mejora sustancial en comparación con las elecciones de 2007, cuando lograron el 11% de los votos.

El líder del Partido Comunista, Guennady Zyuganov, ha afirmado en declaraciones a la televisión que su partido está ocupado verificando que en el recuento reciba la cantidad de votos que le corresponden. "No queremos los votos de nadie, pero no tenemos ninguna intención de entregar los nuestros", dijo Zyuganov.

Por otro lado, se negó a contestar si su partido participaría en una coalición de gobierno con Rusia Unida.

El presidente de la Comisión Electoral Central, Vladimir Churkin, dijo en declaraciones a la televisión nacional que las elecciones transcurrió sin problemas, sin hacer comentarios directos sobre los ciberataques contra varias webs opositoras y los arrestos de 130 manifestantes a lo largo del día.

"Parecemos estar en camino para tener mejores resultados que en las últimas elecciones parlamentarias... la votación es clara como el cristal y limpia", dijo Churkin al canal RTR.

La participación electoral fue un poco mayor al 50%, de acuerdo con información oficial difundida esta noche.

Más de 130 personas fueron detenidas en Moscú y San Petersburgo por protestar contra las elecciones parlamentarias que opositores al gobierno califican como las "más sucias" desde el final de la Unión Soviética, según informaron fuentes críticas al Kremlin.

El portal de internet kasparov.ru, cercano al partido Otra Rusia, al que no le fue permitido participar en estas elecciones, reportó que las fuerzas de seguridad detuvieron en el centro de la capital rusa a unos 100 manifestantes, mientras que en San Petersburgo fueron alrededor de 30.

Entre los detenidos se encuentran uno de los ex líderes de Otra Rusia, Eduard Limonov, como así también Sergei Udalzov del Frente de Izquierda.

En el país más grande del mundo en superficie, con nueve husos horarios, 110 millones de personas fueron llamadas a las urnas para elegir entre siete partidos políticos a los diputados que ocuparán los 450 escaños de la nueva Duma, por primera vez para un mandato de cinco años, tras una reforma constitucional.

Opositores al gobierno como el político Vladimir Ryshkov, al que no le fue permitido participar en los comicios, denunció las elecciones como "las más sucias" desde el final de la Unión Soviética. El moderado opositor Jabloko denunció que hubo electores que acudieron a votar en masa causando confusión y votando en varias ocasiones.

El Ministerio del Interior habló de numerosas irregularidades que serán analizadas. Sin nombrar partidos, se habló también de intentos de compra de votos y de la exigencia de jefes de empresas a sus empleados de que garantizaran por escrito que votarían por el partido de Putin.

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