Después de meses de suspense e incluso de hacer activamente campaña por los estados donde se decidirá el contrincante republicano de Barack Obama, Sarah Palin anunció este miércoles que no participará a la carrera por la Casa Blanca.
La candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos en 2008, comentarista omnipresente de la cadena Fox y heroína del Tea Party asegura haber tomado la decisión para no arrastrar a su familia al escrutinio público que requiere una campaña presidencial.
"Después de rezar mucho y de reflexiones serias, he decidido que no intentaré la nominación republicana de 2012 para ser presidente de Estados Unidos", dijo Palin en un mensaje a sus seguidores. Según ella, "lo primero es la familia".
La ex gobernadora de Alaska aseguró hace unos días que sus dudas derivaban de que siendo presidente de EEUU tal vez sería menos libre para decir lo que piensa. Los mensajes de sus mítines, en estados decisivos para las primarias republicanas como Iowa y New Hampshire, se han hecho más populistas en las últimas semanas, con críticas generalizadas al gobierno, pero también a la oposición republicana como parte del sistema.
Palin es el rostro más reconocible entre los posibles candidatos republicanos, según la última encuesta de Gallup, pero su apoyo en las primarias no estaba garantizado. La élite republicana busca un candidato más centrista y de apariencia moderada que pueda conquistar a los desencantados con Obama, especialmente entre votantes clave, como los independientes, las mujeres y los hispanos.
Ante el hundimiento del gobernador de Texas, Rick Perry, en los sondeos, el favorito vuelve a ser Mitt Romney, millonario, mormón y ex gobernador de Massachusetts. Romney, que perdió hace cuatro años contra John McCain en las primarias, intenta presentarse como suficientemente conservador para los más recelosos del Gobierno y reniega de algunas de las reformas en su estado, como la sanidad pública.
La ex gobernadora prefiere seguir ejerciendo el poder desde fuera como madrina del ala más conservadora del partido. "Puedo ser más activa y más agresiva", explicó en un programa de radio tras el anuncio de su decisión.
Palin insiste en que no hay ninguna motivación política detrás de su decisión, sino básicamente personal: quiere mantener su devoción, en este orden, a "Dios, familia y país".
Su marido y sus hijos, en realidad, llevan años expuestos al escrutinio público. Un libro recién publicado cuenta sus romances de juventud o lo descuidada que era Palin como ama de casa y lo poco que comían sus hijos. 'The Rogue: Searching for the Real Sarah Palin', muy criticado en EEUU por el uso de fuentes anónimas, asegura que Palin y su marido Todd consumieron cocaína antes de que ella fuera elegida gobernadora.
Y que su relación está manchada por las múltiples infidelidades de él y algunas de ella. El libro describe como, pocos meses antes de casarse, la futura gobernadora se acostó con un jugador de baloncesto afro-americano, aunque la llama racista.
Palin se une a una larga lista de posibles candidatos republicanos que han dicho no, después de Donald Trump, en el ala más radical, y de los moderados gobernadores Mitch Daniels y Chris Christie.
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