Moscú, 20 sep (PL) La idea de elegir a un multimillonario, a favor de aumentar la jornada laboral semanal y la edad de pensiones, parecía ser la menos feliz para los intentos de la derecha de emerger de entre las cenizas del cementerio político ruso.
Paradójicamente, la retirada de Mijail Projorov, uno de los hombres más ricos de Rusia, de la dirección del partido Causa Justa (CJ) hará más difícil aún la recuperación de esa agrupación, pues pierde una de sus principales fuentes de financiamiento.
En algunas revelaciones proferidas en su página de Twitter, Projorov asegura que una de las causas de una reciente escisión en el citado partido y su destitución como presidente del mismo fue el afán por la repartición del dinero.
La ambición por acceder a la tesorería del partido, a la cual Projorov habría aportado unos 800 millones de rublos (unos 20 millones de dólares) para reanimar a la organización de derecha, pudo ser una de las causas de la división de esa fuerza política, consideró.
En un intento por restar importancia a tales argumentos, el presidente interino de CJ, Andrei Dunaev, aclaró que carece de derecho a manejar las finanzas y anunció que se devolverá el dinero a Projorov, aunque admitió "problemas técnicos" para hacerlo.
El multimillonario ruso había llegado en junio pasado a CS con la misión de aportar financiamiento para sacar a la derecha de la crisis que vivía desde la derrota sufrida en las urnas en 2003.
Tras los comicios de 1999, la Unión de Fuerzas de Derecha (SPS) había entrado a la Duma al obtener 8,52 por ciento de los votos. En 2008, hubo otro intento de revivir a la derecha y el SPS se fusionó con el Partido Democrático y con Fuerza Cívica para formar a CJ.
Pero nuevamente la crisis llegó a la derecha y esta vez, la división de sus filas ocurrió con la celebración de congresos por separado: uno a favor del magnate, quien apenas reunió a una veintena de delegados, y otro de la gran mayoría que apoyó a Dunaev.
El oligarca ruso había destituido a Dunaev de su cargo de secretario del comité ejecutivo del partido un día antes de celebrarse los congresos paralelos.
Para algunos de los líderes históricos de CJ, Projorov entró al partido a dirigir como si se encontrara en una de sus empresas, con la toma de decisiones unilaterales y en ocasiones arbitrarias.
Al estallar la crisis, el multimillonario rompió con la jefatura de la derecha e inició su carrera política en solitario, con críticas a funcionarios del Kremlin e insinuaciones de presentarse a la contienda presidencial de 2012.
Lo cierto es que Projorov parece preparar sus propios planes en materia política en un futuro cercano, mientras CJ podría afrontar dificultades para recuperar la confianza de su electorado, si es que éste existe aún, con el fin de llegar a la Duma en diciembre próximo.
Pero las encuestas son poco alentadoras, pues CJ apenas pasó de uno a un dos por ciento de respaldo popular en más de tres meses de intenso proselitismo del partido de derecha, mientras que la barrera parlamentaria se sitúa en siete por ciento.
Paradójicamente, la retirada de Mijail Projorov, uno de los hombres más ricos de Rusia, de la dirección del partido Causa Justa (CJ) hará más difícil aún la recuperación de esa agrupación, pues pierde una de sus principales fuentes de financiamiento.
En algunas revelaciones proferidas en su página de Twitter, Projorov asegura que una de las causas de una reciente escisión en el citado partido y su destitución como presidente del mismo fue el afán por la repartición del dinero.
La ambición por acceder a la tesorería del partido, a la cual Projorov habría aportado unos 800 millones de rublos (unos 20 millones de dólares) para reanimar a la organización de derecha, pudo ser una de las causas de la división de esa fuerza política, consideró.
En un intento por restar importancia a tales argumentos, el presidente interino de CJ, Andrei Dunaev, aclaró que carece de derecho a manejar las finanzas y anunció que se devolverá el dinero a Projorov, aunque admitió "problemas técnicos" para hacerlo.
El multimillonario ruso había llegado en junio pasado a CS con la misión de aportar financiamiento para sacar a la derecha de la crisis que vivía desde la derrota sufrida en las urnas en 2003.
Tras los comicios de 1999, la Unión de Fuerzas de Derecha (SPS) había entrado a la Duma al obtener 8,52 por ciento de los votos. En 2008, hubo otro intento de revivir a la derecha y el SPS se fusionó con el Partido Democrático y con Fuerza Cívica para formar a CJ.
Pero nuevamente la crisis llegó a la derecha y esta vez, la división de sus filas ocurrió con la celebración de congresos por separado: uno a favor del magnate, quien apenas reunió a una veintena de delegados, y otro de la gran mayoría que apoyó a Dunaev.
El oligarca ruso había destituido a Dunaev de su cargo de secretario del comité ejecutivo del partido un día antes de celebrarse los congresos paralelos.
Para algunos de los líderes históricos de CJ, Projorov entró al partido a dirigir como si se encontrara en una de sus empresas, con la toma de decisiones unilaterales y en ocasiones arbitrarias.
Al estallar la crisis, el multimillonario rompió con la jefatura de la derecha e inició su carrera política en solitario, con críticas a funcionarios del Kremlin e insinuaciones de presentarse a la contienda presidencial de 2012.
Lo cierto es que Projorov parece preparar sus propios planes en materia política en un futuro cercano, mientras CJ podría afrontar dificultades para recuperar la confianza de su electorado, si es que éste existe aún, con el fin de llegar a la Duma en diciembre próximo.
Pero las encuestas son poco alentadoras, pues CJ apenas pasó de uno a un dos por ciento de respaldo popular en más de tres meses de intenso proselitismo del partido de derecha, mientras que la barrera parlamentaria se sitúa en siete por ciento.
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