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sábado, 27 de agosto de 2011

Policía mexicana difunde los retratos de los atacantes del casino de Monterrey


Los verdugos ya tienen rostro. Al cumplirse 24 horas de la peor matanza en contra de población civil de México, las autoridades han divulgado los retratos de tres de los autores del incendio del Casino Royale, en Monterrey, donde la tarde del jueves murieron 52 personas. Quien proporcione datos para la detención de los criminales podría obtener una recompensa de 30 millones de pesos (más de un 1.600.0000 euros). Además, la policía ha reportado que ya han sido localizados tres de los vehículos que fueron utilizados por los delincuentes para cometer el atentado que mató mayoritariamente a mujeres: de las 43 víctimas identificadas sólo 8 son varones. Faltan por identificar dos cuerpos y siete más quedaron irreconocibles por las quemaduras.

Mientras las pesquisas continuaban en el local de apuestas -en donde se localizó un rifle de asalto-, Jorge Domene, fiscal del estado de Nuevo León, ha anunciado que en las próximas semanas el gobierno federal reforzará la seguridad del estado con el envío de mil 500 policías federales y un número similar de elementos del Ejército Mexicano. Este nuevo desplazamiento de fuerzas federales se suma al denominado Operativo Noreste, que desde diciembre de 2010 vigila tanto Nuevo León como Tamaulipas. Políticos de todos los espectros ideológicos han condenado el atentado y un centenar de personas se han manifestado mediante un "cacerolazo" en la capital mexicana para manifestar su repudio a la violencia y su solidaridad con Monterrey.

Tres días de luto

El presidente de México, Felipe Calderón, ha decretado tres días de luto nacional por las víctimas del ataque perpetrado por los "terroristas". En un mensaje a los medios, Calderón ha afirmado que el país se está enfrentando a "verdaderos terroristas" y ha llamado a la sociedad convertir este dolor en "unidad" para hacer frente a los delincuentes, según ha informado esta mañana (hora mexicana) Rodrigo Medina, gobernador del Estado de Nuevo León (noreste del país).

"México es mucho más fuerte que un puñado de criminales que quieren imponer el miedo", ha asegurado el presidente mexicano, que ha llegado a Monterrey. Calderón ha anunciado que se ofrecerá "una sustancial recompensa" para quien ofrezca información que lleve a la captura de los autores del asalto e incendio del Casino de Monterrey. La cantidad de la recompensa asciende a 1.600.0000 euros.

El presidente mexicano ha dicho tambien que si los estadounidenses "están resignados a consumir drogas" deben "establecer" otros puntos para que lleguen a su territorio "distintos a la frontera" con México. "Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen entonces alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros distintos a la frontera con México, pero esa situación ya no puede seguir igual", ha afirmado Calderón, en una dura queja contra Estados Unidos.

En una rueda de prensa, en donde también ha participado el máximo responsable de la política interior de México, gobernador del Estado de Nuevo León ha presentado un vídeo que aporta pistas sobre cómo ocurrió el atentado en contra del Casino Royale, que por el número de víctimas mortales es el mayor ataque de los criminales en contra de población civil en la historia reciente de este país.

Las imágenes captadas por una cámara exterior del Casino Royale muestran cómo llegan al local de apuestas al menos tres vehículos (dos camionetas y un minicooper), de los que bajan nueve sujetos armados que portan además bidones que podrían contener el combustible que se habría usado para provocar el fuego. Según se aprecia en el vídeo, el ataque comenzó a las 15.48 horas, cuando comienzan a llegar los vehículos de los criminales a la puerta principal del Casino Royale. De inmediato se aprecia gente que huye corriendo del local. Apenas dos minutos y medio después, el humo ya se aprecia en las imágenes, al tiempo que los delincuentes se dan a la fuga.

Medina ha agregado que la policía no descarta ninguna línea de investigación. Según las Autoridades de Protección Civil de Monterrey, ninguna víctima presenta heridas por arma de fuego. De las personas fallecidas, 42 eran mujeres, una de ellas embarazada, y siete murieron calcinadas.

Tras el ataque se propagó un incendio que consumió el local durante al menos tres horas. Cuando el fuego fue controlado por los bomberos y tras derrumbar varios muros, los cuerpos de rescate encontraron decenas de personas que fallecieron, sobre todo por intoxicación. El comandante Ángel Flores, jefe de servicios médicos de la Cruz Verde, ha informado a este periódico que al menos una decena de cuerpos fue encontrada en los baños. Las personas fallecidas tenían en sus manos teléfonos móviles con los que buscaron ayuda infructuosamente.

"Con profunda consternación expreso mi solidaridad con Nuevo León y con las víctimas de este aberrante acto de terror y de barbarie", ha publicado el presidente Felipe Calderón en su cuenta de Twitter casi cinco horas después del ataque. "Estos repudiables actos nos obligan a todos a perseverar en la lucha contra esas bandas de criminales sin escrúpulos. Todo el apoyo a NL", ha agregado el mandatario, que dispuso que Francisco Blake, secretario (ministro) de Gobernación se trasladara hasta Monterrey (ubicado a 900 kilómetros de la capital mexicana) para coordinar con el gobernador de Nuevo León las investigaciones sobre el ataque.

Sin permiso municipal

El diario El Norte, el de mayor tirada en Monterrey, ha publicado en web el testimonio de una mujer que narró una estampida humana: "Todos quisimos salir al mismo tiempo, pero muchos empujamos y caímos al suelo. Yo sólo escuchaba las explosiones y corrí para salvarme (...) los pistoleros nos apuntaban con las armas y nos pedían que saliéramos o que nos iba a llevar la chin... (sic). Vi muchas personas que fueron pisoteadas y cayeron desmayadas, la puerta trasera de emergencia era muy pequeña, y no todos pudimos salir".

El alcalde de Monterrey, Fernando Larrazábal, ha denunciado por la noche ante la prensa que el Casino Royale carecía de permisos municipales de protección civil. En unas primeras declaraciones, el gobernador Rodrigo Medina, que no ha cumplido dos años en el cargo y durante todo este tiempo ha sido severamente cuestionado por ser incapaz de frenar la ola de violencia que azota a su entidad, deslizó culpas al gobierno federal de Calderón por permitir los casinos.

Las autoridades estatales han informado que una versión dada por testigos apunta a que fueron 6 los autores del ataque, que aún no ha sido reivindicado por ningún grupo criminal. Se desconoce si se ha tratado de una represalia por extorsión en contra del casino.

Las labores de rescate e investigación recomenzaron apenas amaneció este viernes. En el momento del ataque había centenares de personas, entre trabajadores del local y parroquianos, la mayor parte de estos son mujeres.

El Casino Royale abrió en septiembre de 2007, en tiempos del alcalde Adalberto Madero (de filiación panista, derecha), y algunos de los dueños de la empresa propietaria del centro de apuestas son parientes de ese político. Se dice que el socio principal es Ramón Madero, cuya empresa opera 26 casinos en 10 entidades del país, 6 en Monterrey. El local inició operaciones con una superficie construida de 4.000 metros, pero mediante obras de remodelación cuya legalidad ha sido cuestionada crecieron a diez mil metros cuadrados de construcción. El casino había sido clausurado por el alcalde Fernando Larrazábal, junto con otros 11, apenas el 4 de mayo pasado, por no contar con permisos municipales, pero un juez otorgó la revocación del cierre.

Este es el más grave ataque a un local en la historia del México moderno, pero no el primer atentado en contra de un centro de juegos. Tan sólo en Monterrey el 4 de abril y el 25 de mayo se registraron incidentes en contra de Casino Revolución, Miravalle y Hollywood, pero la dimensión de esos hechos fue menor, no hubo en ningún caso personas fallecidas.

El 8 de julio pasado, otro local de Monterrey, el bar Sabino Gordo, fue escenario de una matanza en la que murieron 21 personas. Esta misma semana se cumplió un año del descubrimiento, en San Fernando, Tamaulipas (estado contiguo a Nuevo León) de 72 migrantes, mayoritariamente centroamericanos, asesinados.


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