Washington, 29 jul (PL) La ley SB1070 aprobada en Arizona hace un año dio una nueva dimensión al tema migratorio en Estados Unidos, consideran hoy expertos judiciales.
La víspera un juez escuchó argumentos para decidir si desestima la demanda de la gobernadora Jan Brewer, quien acusa a las autoridades federales de fracasar en el control de la frontera entre Arizona y México y de no hacer cumplir las leyes de inmigración.
El abogado del Departamento de Justicia Varu Chilakamarri dijo que el juez debía desbaratar las reivindicaciones de Brewer en el sentido de que la situación migratoria en el estado empeoró desde la década de 1990 y que Washington no respondió adecuadamente.
Pese a enfrentar varias demandas, la SB1070 que comenzó a funcionar el 29 de julio de 2010, es la primera ley estatal en criminalizar la presencia de inmigrantes indocumentados.
La normativa entró en vigor en momentos en que se incrementó el debate sobre la necesidad de avanzar una reforma migratoria integral que regularizará la situación de cerca de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos indocumentadas.
Lo legislado en Arizona tuvo un impacto en todo el país. Algunos estados siguieron ese camino y crearon sus propias iniciativas para perseguir el trabajo de los inmigrantes y favorecieron medidas para su deportación.
Otros iniciaron acciones de boicot contra Arizona y apoyaron que el Congreso del país se pronunciara para favorecer normas como el Dream Act que legalizaría a jóvenes estudiantes y reclutas en las fuerzas armadas del país.
Pese a que varias partes de la SB1070 están en suspenso por demandas ante los tribunales, desde su entrada en vigor el tema migratorio en el país tiene un antes y un después.
En algunos estados los republicanos impulsaron medidas que permiten a la policía requerir sobre el estatus migratorio de toda aquella persona sospechosa de encontrarse de manera ilegal en el país.
Con la SB1070, Arizona exportó el odio a otros estados y según Javier Duran, director del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de Artes y Humanidades de la Universidad de Arizona (UA), su impacto aún no puede ser medido en tu totalidad.
Obama se comprometió en la campaña electoral de 2008 con una reforma migratoria durante su primer año de gobierno pero a falta de esto, las autoridades deportaron a 393 mil indocumentados a sus países de origen en el 2010, cifra sin precedentes en 365 días en Estados Unidos.
Según la académica Soraya Castro, la reforma se convirtió en una lucha entre partidos políticos.
Desde el ángulo político, aseguró, los republicanos no van a permitir que Obama marque una diferencia en función de los comicios de 2012 ni en el tema migratorio ni en ningún otro. |
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