Los jóvenes que ni estudian ni trabajan cada vez son menos. Pese a la crisis y las desoladoras cifras de desempleo, los jóvenes reaccionan y no se quedan en casa. Así, a pesar de la recesión, aumentan su formación y se independizan.
Según el informe elaborado por la compañía ManpowerGroup, el número de 'ni-nis' (término que designa a los jóvenes que ni estudian ni trabajan) descendió en 150.000 en el periodo comprendido entre 1995 y 2011. Además, la población activa inmigrante de entre 20 y 30 años ha decidido en muchos casos volver a su país de origen.
El desempleo ha aumentado íntegramente en los colectivos más jóvenes, ya que el 100% de las pérdidas de empleo registradas desde 2007 las han sufrido jóvenes menores de 35 años. El desempleo de larga duración (trabajadores que llevan en paro más de un año) también ha aumentado y se ha situado en torno al 42% del total en la actualidad (36% hace un año).
Frente a la creencia popular de una generación joven despreocupada y apática, la mayoría de los jóvenes sí lucha por su futuro. Desde el inicio de la crisis hasta la actualidad el número de estudiantes ha crecido en un 8,5%. En el colectivo inmigrante la subida ha sido aún mayor, situándose en el 11,7%.
Si con el 'boom' económico el acceso fácil al trabajo hizo reducir las tasas de escolaridad, la recesión ha cambiado esta tendencia. Una muestra de ello es la reducción de un 29,9% de jóvenes activos de entre 16 y 19 años.
Sólo el 2,4% de los jóvenes son 'ni-nis'
Además, el número jóvenes denominados popularmente como 'ni-nis', que además de no estudiar ni trabajar viven en el hogar paterno, se ha reducido considerablemente, y en la actualidad sólo suponen un 2,8% del total.
Tampoco es cierto que los jóvenes se queden en casa de los padres, ya que pese a la crisis y la falta de empleo continúan independizándose. Así, mientras en 2007 un 39,6% de los jóvenes vivía fuera de casa, en el primer trimestre de 2011 la cifra se ha elevado hasta el 40,6%.
Jóvenes inmigrantes
Un dato relevante es la relación entre la población activa nativa y la inmigrante. Estos últimos están sufriendo el paro en un mayor nivel que los trabajadores jóvenes nacionales. Ambas cifras están separadas por una diferencia de 11,7 puntos (30,9% de paro inmigrante frente a 19,2% nacional).
Además, según los datos recogidos en el semestre analizado (desde octubre hasta marzo de 2011), la población activa inmigrante bajó en 85.000, frente a la incorporación de 25.000 trabajadores nativos al mercado laboral.
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