Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona han desalojado de forma pacífica el campamento de 'indignados' que permanecía en plaza Catalunya desde el 16 de mayo pero del que el Movimiento 15-M original se desmarcó hace semanas. Los agentes han dado un ultimátum de 15 minutos para que los indignados dejen la plaza.Algunos de ellos han accedido y otros han celebrado una asamblea improvisada para decidir la siguiente acción. Al cabo de una media hora, la gran mayoría ha abandonado sin resistencia el campamento, mientras una escasa treintena de indignados observaba como se desmontaban las tiendas y estructuras que todavía quedaban en la zona. No se han producido incidentes ni enfrentamientos con la policía.
Tras recordar a los concentrados la ordenanza sobre la utilización del espacio público, los Mossos les han advertido también de que les objetos de valor que queden en la plaza serán intervenidos. De hecho, varios camiones del servicio de limpieza municipal se han dedicado durante la noche a desmantelar el campamento. Desde camas en una 'casa' en un árbol hasta tiendas de campaña.
La operación se ha iniciado en torno a la una de la madrugada. Aproximadamente unos 500 Mossos, unos 75 furgonetas, y 30 camiones del servicio de limpieza han participado. Los números del operativo son similares al del día del 'asedio' al Parlament. En principio los Mossos esperaban encontrarse con unas 200 personas en la plaza pero la cifra final ha sido mucho menor.
La actitud negativa de los 'disidentes' indignados ha provocado que sea la policía -aunque esta vez sin incidentes reseñables- y no el propio 15-M quien firme el último capítulo de un campamento convertido en símbolo de la protesta.
El operativo activado por el Ayuntamiento llega horas después de que los 'irreductibles' que persisten en seguir durmiendo en la plaza rompieran unilateralmente un acuerdo alcanzado el martes con la Guardia Urbana por el cual el campamento sería desmantelado a cambio de un punto de información permanente en la misma plaza.
La negativa de los más beligerantes a cumplir con el pacto ha empujado al Ayuntamiento a dar luz verde a un dispositivo organizado en conjunción con el departamento de Interior de la Generalitat.
Fuentes del Ayuntamiento consultadas esta tarde por ELMUNDO.es aseguraban que el operativo policial sólo se activaría una vez agotada la vía de la negociación. No obstante, las muestras de incoherencias internas e incumplimientos que han demostrado los concentrados parecen haber reducido las respuestas a un golpe policial.
De hecho, el acuerdo alcanzado 'in extremis' el martes ya evitó que la policía entrara en la plaza la madrugada del martes. Este miércoles, sin embargo, el operativo parecía la única solución para acabar con un colectivo enrocado en una lucha alejada del mensaje original del 15-M, que desde hace semanas ha trasladado todas asu actividades a las asambleas creadas en 23 barrios.
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