Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
Mientras la guerra de Occidente contra Libia entra a su cuarto mes y la OTAN ha realizado más de 11.000 ataques aéreos, incluidas 4.300 misiones de ataque sobre esa nación, el único bloque militar del mundo ya está integrando en el conflicto las lecciones aprendidas por su modelo internacional de intervención militar basado en anteriores guerras en los Balcanes, Afganistán e Iraq.
Lo que la OTAN llama Operación Protectora Unificada ha suministrado a la Alianza el marco para que pueda seguir reclutando a participantes en la Cooperación por la Paz como Suecia y Malta, los afiliados a la Iniciativa de Cooperación de Estambul como Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos y los miembros de la cooperación del Diálogo Mediterráneo Jordania y Marruecos para la red mundial belicista del bloque. Suecia, Jordania y los Emiratos Árabes Unidos también tienen personal militar asignado a la Fuerza Internacional de Ayuda a la Seguridad de la OTAN en la guerra en Afganistán que ya dura casi diez años. En el primer caso, tropas de la nación escandinava han estado involucradas en su primer rol de combate en dos siglos, matando y muriendo en Afganistán, ha suministrado ocho aviones de guerra para el ataque a Libia y pronto se sumarán fuerzas marítimas.
Los conflictos militares librados y otras intervenciones realizadas por EE.UU. y sus aliados de la OTAN durante los últimos doce años –contra Yugoslavia, Afganistán, Macedonia, Iraq, Somalia, Sudán, Pakistán y Libia– han contribuido a que el presupuesto militar estadounidense sea más del doble en la última década y que las exportaciones de armas de EE.UU. casi se haya quintuplicado en el mismo período.
El Pentágono y la OTAN están concluyendo actualmente el ejercicio naval Brisa Marina 2011 en el Mar Negro frente a la costa de Ucrania, cerca de la sede de la Flota Rusa del Mar Negro basada en Sebastopol. Los participantes incluyen a EE.UU., Gran Bretaña, Azerbaiyán, Argelia, Bélgica, Dinamarca, Georgia, Alemania, Macedonia, Moldavia, Suecia, Turquía y la nación anfitriona, Ucrania. Todas, con la excepción de Argelia y Moldavia, son Naciones Contribuyentes de Tropas para la guerra afgana de la OTAN. Las maniobras anuales se reiniciaron el año pasado después de que el parlamento ucraniano las prohibió en 2009. El ejercicio de este año fue organizado por iniciativa del jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Michael Mullen. Los ejercicios de Brisa Marina del año pasado, los mayores en el Mar Negro, incluyeron 20 navíos, 13 aviones y más de 1.600 militares de EE.UU., Azerbaiyán, Austria, Bélgica, Dinamarca, Georgia, Alemania, Grecia, Moldavia, Suecia, Turquía y Ucrania.
Este año, el crucero de misiles teleguiados USS Monterey se sumó al ejercicio. El barco de guerra es el primero desplegado en el Mediterráneo, y ahora en el Mar Negro, por el programa Enfoque Adaptativo por Fases del Pentágono de misiles interceptores, que en los próximos años incluirá por lo menos 40 interceptores Standard Missile-3 en Polonia y Rumania y en destructores y cruceros de la clase Aegis en el Mediterráneo y en los mares Negro y Báltico. Los analistas políticos y comandantes militares rusos ven las versiones actualizadas del misil, el Block IB, Block IIA y Block IIB, como amenazas para los misiles de largo alcance de Rusia y como tales para el potencial estratégico de la nación.
El ex diplomático indio M K Bhadrakumar escribió en un reciente artículo:
“No cabe duda de que EE.UU. aumenta la presión sobre la flota de Rusia en el Mar Negro. La provocación estadounidense tiene lugar ante el trasfondo de la situación en Siria. Rusia bloqueó obstinadamente los intentos de EE.UU. de justificar una intervención en Siria al estilo de la que tiene lugar en Libia. Moscú considera que un motivo importante para la presión estadounidense por un cambio de régimen en Siria es hacer que se cierre la base naval rusa en ese país.
“La base de Siria es el único punto de apoyo de Rusia en la región del Mediterráneo. La Flota del Mar Negro cuenta con la base en Siria para sustentar cualquier presencia en el Mediterráneo de la armada rusa. El cerco se estrecha con el establecimiento de bases militares de EE.UU. en Rumania y la aparición del barco de guerra estadounidense en la región del Mar Negro.”
El USS Monterey, cuya presencia en el Mar Negro se ha criticado como una violación de la Convención de Montreux de 1936, volverá al Mediterráneo donde el último super-portaaviones nuclear de EE.UU., USS George H.W. Bush, y su grupo de ataque de portaaviones con 9.000 militares y unos 70 aviones también están presentes, después de visitar recientemente las Fuerzas Navales Europa/África y la Sexta Flota de EE.UU., en su base en Nápoles, Italia, exactamente al norte de Libia.
La semana pasada el barco de ataque anfibio USS Bataan participó en un ejercicio de certificación con su contraparte francesa FS Tonnerre en el Mediterráneo. El sitio en la web de la Armada de EE.UU. declaró que la certificación “proveerá flexibilidad adicional al Tonnerre durante su apoyo a la Operación Protector Unificado dirigida por la OTAN”, el nombre de código para la guerra de la Alianza contra Libia. El Grupo Anfibio Preparado del USS Bataan incluye lo que se calcula como 2.000 Marines de la 22 Unidad Expedicionaria de Marines y docenas de aviones de guerra y de ataque y otros helicópteros, y está destinado a la acción en Libia y, si el modelo no cambia, Siria.
EE.UU. y los aliados y socios de la OTAN: Albania, Argelia, Croacia, Egipto, Grecia, Italia, Malta, Mauritania, Marruecos, España, Túnez y Turquía, realizaron el ejercicio marítimo Phoenix Express 2011 en el Mediterráneo Oriental y Central del 1 al 15 de junio, que incluyó maniobras en apoyo a la Iniciativa Global contra la Proliferación de EE.UU.
También anteriormente, en este mes, la OTAN realizó su ejercicio aéreo y Naval Northern Viking, el último de una serie de ejercicios bianuales bajo ese nombre, en Islandia con 450 militares miembros de la OTAN de EE.UU., Dinamarca, Islandia, Italia y Noruega. El sitio web del Comando Europeo de EE.UU. citó al comandante del destacamento noruego diciendo: “Los ejercicios como [Northern Viking 2011] permitieron a los pilotos prepararse para escenarios en el mundo real, como la Operación Amanecer de la Odisea”, el nombre de la campaña militar occidental en Libia del 19 al 30 de marzo.
Esta semana, el secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen, visitó Gran Bretaña y España, y se reunió en el primer país con el primer ministro David Cameron y el secretario de exteriores William Hague y en el segundo con el presidente del gobierno José Luis Zapatero, la ministra de exteriores, Trinidad Jiménez, y la ministra de defensa Carme Chacón.
Mientras estaba en Londres, Rasmussen se concentró en las guerras en Libia y Afganistán, ambas bajo comando de la OTAN, y promovió la implementación del ala europea del sistema internacional de misiles interceptores de EE.UU.
Alardeó, tal vez como respuesta parcial al rapapolvo que los Estados miembros de la OTAN recibieron recientemente del secretario de defensa de EE.UU., Robert Gates, a quien Rasmussen tiene que rendir cuentas real aunque extraoficialmente:
“La OTAN es más necesaria y deseada que nunca, de Afganistán a Kosovo, de la costa de Somalia a Libia. Estamos más activos que nunca.”
En España habló ante el Senado en un discurso titulado “La OTAN y el Mediterráneo: los cambios que vienen” y según el sitio web del bloque, subrayó “El rol cambiante de la OTAN en el Mediterráneo, concentrándose particularmente en la Operación Protectora Unificada y en el futuro papel de la OTAN en la región”. También prometió que “podemos ayudar a que la Primavera Árabe florezca bien y verdaderamente”. Uno piensa en Libia y Siria, y mañana en Argelia y el Líbano como objetos de la falsa solicitud de la OTAN, y también en Egipto y Túnez, como ya lo ha mencionado Rasmussen, respecto al entrenamiento de sus fuerzas armadas por la OTAN y a la reconstrucción de sus estructuras de comando de acuerdo a los estándares de la Alianza, tal como se hace en Iraq.
La guerra contra Libia, el primer conflicto armado de la OTAN en el Mediterráneo y en el continente africano, está solidificando el control del Mediterráneo ya establecido por la continua misión de vigilancia e interdicción Operación Esfuerzo Continuo lanzada en 2001 bajo el Artículo 5 de la provisión de ayuda militar colectiva.
Mientras Rasmussen se encontraba en Gran Bretaña, el embajador ruso en la OTAN Dmitri Rogozin dijo que "se está arrastrando a la Alianza Atlántica a una operación terrestre”, y afirmó: “La guerra en Libia significa… el comienzo de su expansión hacia el sur”.
Dos días antes, EE.UU. y la OTAN completaron Operaciones Bálticas (BALTOPS) 2011, que incluyeron 20 barcos de once naciones europeas y el buque insignia de la Sexta Flota de EE.UU. basada en el Mediterráneo, el USS Mount Whitney, otros buques de guerra estadounidenses y el comandante, Grupo de Ataque de Portaaviones 8.
Al mismo tiempo, en el Mar Báltico, se lanzó el ejercicio Amber Hope 2011, de 11 días, en Lituania el 13 de junio con la participación de 2.000 militares de miembros de la OTAN: EE.UU., Canadá, Estonia, Letonia, Lituania, Noruega y Polonia y los miembros de la Cooperación por la Paz, Georgia y Finlandia. Las antiguas repúblicas soviéticas afiliadas a la Cooperación por la Paz Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Kazajstán, Moldavia y Ucrania asisten como observadores.
La segunda fase del ejercicio comenzará el 19 de junio y, según el Ministerio de Defensa de Lituania, “los soldados seguirán un plan establecido basado en lecciones aprendidas por Lituania y los Estados extranjeros en Afganistán, Iraq y frente a la costa somalí”; en este último caso una referencia a la actual Operación Escudo Oceánico de la OTAN. El bloque también ha aerotransportado miles de soldados ugandeses y burundeses a Somalia para combatir en la capital Mogadiscio.
Anteriomente, en esta semana, la OTAN también realizó una conferencia con los jefes de defensa de 60 Estados miembros y asociados en Belgrado, Serbia, bombardeada repetidamente por aviones de guerra de la OTAN hace 12 años, concentrándose también en la actual guerra del bloque de tres meses de duración en Libia.
La Conferencia Militar de Asociados Estratégicos escuchó, entre otros, al general francés Stephane Abrial, Comandante Supremo Aliado para Transformación de la OTAN basado en Norfolk, Virginia, quien dijo: “Estoy convencido de que la operación en Libia tendrá éxito”, aunque concedió en su declaración inicial que las hostilidades pueden prolongarse hasta bien avanzado el futuro.
La Fuerza Rotacional del Mar Negro, una Fuerza de Tareas Aire-Tierra de Propósito Especial de Marines tuvo lugar después de ejercicios de entrenamiento militar en Rumania con un ejercicio de dos semanas en Bulgaria el 13 de junio con soldados de la nación anfitriona y, por primera vez, Serbia, en una de las cuatro bases aéreas y de infantería del país en las que se ha instalado el Pentágono desde 2006. El anterior entrenamiento en Rumania tuvo lugar en una de otras cuatro bases adquiridas en esa nación.
La prensa local informó de que la mayoría de los Marines de EE.UU. involucrados llegaron al Campo de Entrenamiento Novo Selo “directamente desde Afganistán” en aviones de transporte Hercules-C-130.
El teniente coronel Nelson Cardella del Cuerpo de Marines de EE.UU. dijo sobre los ejercicios: “Entrenaremos a nuestros soldados para mejorar la 'interoperabilidad' de nuestro personal” para la guerra afgana y otras del futuro.
Standart News de Bulgaria anunció que “el próximo año el ejercicio de la Fuerza Rotacional del Mar Negro tendrá lugar en Serbia”.
La misión de la Fuerza Rotacional del Mar Negro, formada el año pasado, es integrar las fuerzas armadas de doce naciones en los Balcanes, la región del Mar Negro y del Cáucaso:
Albania, Azerbaiyán, Bosnia, Bulgaria, Croacia, Georgia, Macedonia, Moldavia, Montenegro, Rumania, Serbia y Ucrania, a través de la OTAN para su despliegue en Afganistán y otras zonas de guerra y para situaciones posteriores a los conflictos.
Cada una de las guerras que EE.UU. y sus aliados de la OTAN han librado desde 1999 han hecho obtener nuevas bases militares y contingentes expedicionarios al Pentágono y a la Alianza, en naciones subyugadas y vecinas en el sudeste de Europa, el este del Mediterráneo y el Golfo Pérsico, y en Asia del sur y central.
Tal como las guerras yugoslava, afgana e iraquí contribuyeron a desarrollar una capacidad de intervención militar internacional de la OTAN, dirigida por EE.UU., para su uso actual contra Libia, la experiencia libia está siendo empleada para futuros conflictos.
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