El técnico carbonero Diego Aguirre arriesgo y perdió. Decidió darle descanso a parte del plantel colocando a varios suplentes, e incluso con el debut absoluto en Primera División de un juvenil y River no lo perdonó.
Quizás el score sea demasiado exagerado, aunque la explicación hay que buscarla por el lado de la contundencia de uno y otro, fundamentalmente en el segundo tiempo, cuando River aplastó al carbonero.
Ya en el primer tiempo River había sido superior, llegando no menos de seis veces con posibilidades de anotar, pero las tapadas de Sosa y la mala puntería de los darseneros, alargaron la llegada del gol de River.
Incluso fue Peñarol el que pegó primero, tras una pase del ?paragua? Torres a Estoyanoff, que picó por derecha, metió el centro y por el segundo palo Urreta sorprendió a todos. Anotó y se fue lesionado.
Después River que siguió insistiendo, Peñarol intercambió ataque con los albirrojos, pero estos llegaron al empate cerca del final del primer tiempo. Una sucesión de toques, un rebote cerca del área y el zaguero Vinicius, ?vestido? de delantero, tocó y tras pegar en la base del caño se metió al arco de Sosa. Un empate merecido y justo resultado para irse al descanso a replantear el segundo tiempo.
Sin embargo el complemento mas allá del resultado final, fue de los darseneros, que supieron jugar, manejar los tiempos, el trámite y fundamentalmente aprovechar los errores en los que incurría Peñarol.
El técnico Almada contó con algo de fortuna, no solo porque el carbonero pegó dos remates en los caños impidiéndole la conquista al Tony, sino porque ?El Cacique? Medina se lesionó a los 5`del complemento y Franco ingresó para ser fundamental.
El ex Peñarol transformó en gol un penal bien sancionado, cuando un pelotazo al arco auri-negro pegó en el brazo de Corujo. Con el resultado en contra, Peñarol se tiró con todo a buscar el empate y dejó huecos en todos lados. Comenzó a incurrir en errores, los nervios hicieron su partido y River comenzó
a manejar el balón de otra forma. Las ganas de Peñarol no fueron suficientes para empatar, pese a que el técnico recurrió a Darío y Aguirre para poner experiencia. Olivera tuvo tres cabezazos para el gol pero Laforia se hizo gigante en su arco y entre Franco y el hombre de San Gregorio de Polanco, Jonathan Ramírez, hicieron el resto. En el último tramo del partido llegaron mas goles de colores albi-rrojos. Franco peinó un pelotazo largo y Ramirez picó y la clavó contra un palo. Después otra de Franco con Zambrana y Ramírez de pescador para el cuarto. Telón para una goleada tan inesperada como decisiva, Peñarol perdió pie en el torneo y casi se despide?Ahora queda la Copa y a eso apuesta definitivamente.
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