Una treintena de figuras destacadas de las poderosas tribus jordanas han instado al rey Abdalá II a que ponga fin al papel de su esposa Rania en la política. El comunicado supone un nuevo desafío al monarca, que acaba de cambiar su primer ministro tras el estallido de protestas en los países árabes.
En su comunicado, advierten al monarca que el país sufre una "crisis de autoridad" y critican la "interferencia en decisiones ejecutivas de aquellos que no tienen poderes constitucionales", en una clara referencia a la reina Rania.
Evocando comparaciones con las esposas del ex presidente tunecino, Zine el Abidine Ben Ali, y del 'rais' egipcio, Hosni Mubarak, los firmantes atacan directamente a la reina, de origen palestino, y la acusan de usar los fondos del estado para promover su imagen en el extranjero sin preocuparse por las penurias de los jordanos.
"Está construyendo centros de poder para su interés que van contra lo que los jordanos y los hachemís han acordado en el gobierno. Es un peligro para la nación, la estructura del estado, la estructura política y la institución del trono", dice la petición.
Las 36 figuras proceden de las conservadoras y poderosas tribus que forman el núcleo duro del apoyo a la monarquía Hachemí, frente a los jordanos de origen palestino, el 65% de los siete millones de habitantes del país.
Consecuencias
"Ignorar el contenido del comunicado nos llevará a lo que ocurrió en Túnez y Egipto y que ocurrirá en otros países árabes", advierte el comunicado.
Los firmantes también piden al rey jordano -que este mes cumple 12 años en el trono- que corte la corrupción. "La reforma política es ahora un asunto urgente que no puede retrasarse, capturar a los corruptos y ladrones y congelar sus bienes, impedirles viajar son parte de la reforma política", dicen.
La nota fue colgada el domingo en la agencia independiente de noticias Ammon, pero después fue retirado. "El comunicado ha sido misteriosamente retirado de nuestra web, que fue atacada [por hackers]", dijo a AFP un responsable de Ammon. El gobierno jordano ha negado tener nada que ver con su retirada.
El comunicado, inusualmente crítico, supone una nueva presión al monarca, que ya ha respondido a las protestas antigubernamentales de la semana pasada destituyendo a su gobierno y nombrando como primer ministro al antiguo oficial del ejército Maaruf Bajit.
El movimiento, que se produjo tras un paquete de ayuda estatal de 500 millones de dólares para elevar los salarios de los funcionarios y frenar la subida de precios, se proponía calmar la alarma de los jordanos sobre la liberalización económica acometida por el anterior gobierno, que amenazaba sus beneficios estatales.
Rompiendo un tabú
El comunicado de las tribus rompe además un tabú en el país. Atacar públicamente a miembros de la realeza es un tabú en Jordania, donde la legislación limita los comentarios sobre la familia real.
Pero los signatarios, jefes de grupos tribales gobernantes como los Bani-Saker, Abadi, Shobaki y Manaseer, dicen que su preocupación por el trono y el país les ha llevado a hablar.
Los signatarios dicen que la legitimidad de la monarquía Hachemí, supuestamente descendiente del profeta Mahoma, depende del consentimiento de las tribus de la Jordania.
Consciente del estatus del monarca, Faris al-Fayez, que ha contribuido a la elaboración del comunicado, ha explicado que la nota subrayaba que, salvo el monarca, no debe haber "inmunidad legal para ninguna persona corrupta, independientemente de su título".
Los nacionalistas de Jordania critican tanto el origen de la reina Rania como su papel tan visible en la sociedad jordana, clásicamente dominada por el hombre.
La reina, que se reúne con delegaciones occidentales junto con su marido, es una defensora de los derechos de la mujer jordana, incluido el derecho de la mujer a pasar a su hijo su nacionalidad si se casa con extranjeros, un derecho que está ausente en la mayoría de los países árabes.
Al apoyar una ley que podría nacionalizar a más palestinos, la reina ha despertado el temor entre la jerarquía jordana de que en un futuro la balanza se inclinase en favor de los jordanos de origen palestino.
Asimismo, también esgrimen que dar más poder a los jordanos de origen palestino antes de que la creación de un estado palestino daría a Israel un pretexto para seguir negando cualquier derecho palestino de regresar y solucionar el asunto a costa de Jordania.
El comunicado es el ataque personal más radical contra la reina, de 40 años, desde que en un partido de fútbol hinchas jordanos cantaran lemas denigrando el origen palestino de la reina. Incluso instaron al monarca a que se divorciase de ella.
El analista político Labib Qamhawi cree que el origen palestino de Rania supone que es un objetivo fácil para los críticos que tratan de mostrarla como no jordana, a pesar de que no es la primera reina que no procede de Jordania. El rey Hussein -padre de Abdalá- tuvo cuatro esposas, ninguna de ellas jordana.
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