El primer ministro tunecino garantiza a la oposición un Gobierno de unidad nacional

Tras la revolución, la incertidumbre. Los tunecinos están a la expectativa de cuál será la dirección que tomará el régimen tras la salida del país de su ya ex presidente, Zin el Abidin Ben Ali, exiliado desde anoche en Arabia Saudí. Hoy, la presidencia ha vuelto a cambiar de manos. El presidente del Consejo Constitucional (Parlamento), Fuad Mabazaa, ha asumido las funciones de presidente de la República según el artículo 57 de la Constitución. Se cierra así la puerta a la posibilidad de retorno de Ben Ali, algo que muchos temían.

Desde que Ben Ali se fugara del país por sorpresa, anoche, el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, asumió los poderes presidenciales. Esta tarde, tras la corrección constitucional, Ghanuchi ha vuelto a ser primer ministro.

Como tal, se ha reunido con los principales partidos de la oposición legal: El Partido Democrático Progresista (PDP), el Tajdid (Renovación) y el Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL). Ganuchi les ha garantizado que todos participarán, junto con el Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), en un Gobierno de unidad nacional.

En su reunión con los líderes de la oposición, el primer ministro ha acordado la creación de una Comisión Independiente que pondrá en práctica las reformas. Los partidos demandan dos cambios: el de la Constitución y el de la Ley Electoral. Según el artículo 57 de la Constitución, el nuevo Gobierno tiene un máximo de 60 días para preparar unas elecciones presidenciales y legislativas. "Como partido vamos a exigir que este Gobierno se haga responsable de asegurar unas elecciones libres y democráticas", afirmó a ELMUNDO.es un portavoz del PDP.

Las negociaciones continúan en marcha con nuevas reuniones mañana, por lo que el anuncio de un nuevo Ejecutivo podría producirse mañana por la tarde o el lunes. "Va a haber un Gobierno de unidad nacional y posiblemente se anunciará mañana o pasado", confirmó Mustafa Ben Yafar a este medio. "La reforma del código electoral y de la constitución serán esenciales", añadió. En un breve discurso televisado por la cadena estatal, Mabazaa aseguró que "todos los tunecinos sin excepción" serán integrados en la transición política.

Estado de excepción

Túnez, mientras tanto, permanece bajo el Estado de excepción y rige un toque de queda desde las 17.00 hasta las 7.00 horas en todo el país.

Las fuerzas de seguridad están desplegadas en masa por todo el centro de la capital, y protegen zonas vitales como el Ministerio del Interior, situado en la Avenida Habib Burguiba, la principal arteria de la ciudad. La mayoría de los policías visten de paisano y no dudan en amenazar a los viandantes que se paran por la calle. Los antidisturbios también actúan para dispersar las reuniones de más de tres personas -prohibidas bajo el estado de excepción-.

Poco antes del toque de queda se escucharon ráfagas de ametralladora en las inmediaciones del Ministerio del Interior. Helicópteros sobrevuelan el centro de la ciudad. El dispositivo de seguridad se reforzó con el inicio del toque de queda, a las 17.00 horas, en previsión de que se produzcan saqueos y pillajes como la pasada noche. Abdjawad Junaidi, miembro del partido Tajdid, denunció a ELMUNDO.es el saqueo de la casa de un sindicalista por parte de miembros de la policía, anoche en el barrio residencial de Cité Nasser.

Exilio en Arabia Saudí

Mientras, Ben Ali llegó anoche de manera inesperada a Arabia Saudí. "El avión en el que se encuentra el presidente Ben Ali ha aterrizado en Jeddah", reveló una fuente saudí anónima a la agencia Afp.

Posteriormente, la Casa Real saudí lo confirmaba en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticia SPA.

Al parecer, su esposa, Leila Ben Ali, se habría refugiado en Dubai, donde también estaría el yerno del ex dirigente tunecino, el rico hombre de negocios Mohamed Sakhr el Materi.

Mientras, los familiares de Ben Ali que aún permanecen en Francia "quieren abandonar el país", según el portavoz del Gobierno francés, François Baroin, que afirmó que Ben Alí no pidió en ningún momento asilo en Francia, y que si lo hubiera hecho se le habría denegado, informa Efe. "Nunca nos hemos planteado una presencia de Ben Alí en suelo francés, no ha sido pedido ni hubiera sido aceptado", afirmó Baroin a la radio 'France Inf.