Es la primera vez en la historia de la gastronomía que un gran cocinero consigue poner su alta cocina al alcance de todo el mundo. Ferran y Albert Adrià ofrecen a partir de este martes, en la snackería 41°, las mejores creaciones de la cocina moderna al ridículo precio de 50 euros de promedio.
Lo intentó Robuchon en 2003 con su magnífica y muy recomendable cadena de restaurantes Atelier, pero la calidad es inferior a la de su antiguo restaurante de lujo y el precio no es ni de largo tan popular como lo va a ser el de la snackería de los hermanos Adrià. También lo intentó Alain Sanderens destruyendo su magnífico Lucas Carton, en la plaza Madeleine de París, para convertirlo en una horrenda y muy despreciable brasería. Alain Ducasse creó Spoon, tan banal como su supuesta alta cocina.
Lo que este martes abren Albert y Ferran Adrià es histórico, descomunal, sin precedentes. Es una auténtica locura a precio de saldo, va a ser revolucionario. Si en El Bulli es complicado entrar mesa aquí va a ser imposible hacerse con un mero puesto en la barra. "Seguramente esto es lo que va a pasar, pero qué le vamos a hacer. Lo que sí va a ser distinto de El Bulli es que en el 41° no se va a poder reservar, porque a un cliente que llegue a las 7 no le puedes decir que a las 9 se largue que viene otro", explica Ferran Adrià, el genio vivo más importante que tiene la Humanidad en este momento.
Paralelamente, se espera para finales de febrero la apertura de Tickets, en el local contiguo, un restaurante de tapas con capacidad para 50 personas que junto a 41° se va a convertir en la sensación gastronómica mundial de 2011.
"En el Tickets sí que vamos a aceptar reservas, aquello va ser algo distinto, con un funcionamiento algo más parecido al de un restaurante. Pero el concepto de snackería es nuevo y ya veremos cómo lo vamos adaptando".
Hitos que han marcado la historia de la gastronomía como el corte de parmesano o las aceitunas esféricas, y creaciones nuevas plenamente ajustadas al proceso creativo de El Bulli como la mozzarela esferificada, lacrep de pato Pekín o la nube de lima y coco son algunas de las estratosféricas creaciones que, de martes a sábado, de las 5 de la tarde a las 2 de la madrugada, se van a poder devorar en el lugar que sin duda practica -estuve en las sesiones de prueba del miércoles, viernes y sábado pasados- la mejor cocina del mundo, después de El Bulli, o junto con El Bulli, por decirlo un modo más exacto.
Pocas veces puede uno dar tan buenas noticias.
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