La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, afirmó este jueves por la noche en un discurso en cadena nacional que 2010 fue un "año de fuertes contrastes", "el peor" de su vida pero a la vez "un año de crecimiento excepcional" del país sudamericano.
La mandataria destacó la expansión económica y la política social de su Gobierno, pero a la vez admitió su dolor por el fallecimiento de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner (2003-2007), el pasado 27 de octubre. Y pidió a la población que en el brindis por el Año Nuevo piensen "un segundito en él".
2010 fue "un año la verdad que de fuertes contrastes, por lo menos para quien les habla", declaró Fernández de Kirchner en el mensaje grabado horas antes.
"En lo institucional un muy buen año para la Argentina, un excepcional año para la Argentina, que culmina sus 200 años de historia con el período de crecimiento económico y de inclusión social más importante, creo, de toda su historia", destacó.
La presidenta subrayó que el año "termina con un masivo consumo popular, como se pudo ver en estas fiestas de fin de año, con un crecimiento en el tercer trimestre del 9,1 en la actividad económica, con una desocupación del 7,4; hoy cerquita de ese 7,3 que había sido récord y que seguramente vamos a alcanzar".
En 2010 "se volvió a posicionar al país en términos internacionales como tal vez nunca lo estuvo en toda su historia" y con "lo que se vino reclamando durante décadas: justicia, memoria y verdad para miles de argentinos".
Pero pese a los logros conseguidos en la gestión, éste, "en lo personal, quizás haya sido el peor año de mi vida, sin lugar a dudas", admitió Fernández de Kirchner, al borde de las lágrimas.
"Cuando mañana 31 de diciembre a las 12:00 de la noche todos levanten su copa, les pido que piensen mucho en la Argentina, que piensen en todo lo que tenemos que seguir trabajando y haciendo para que esta Argentina siga creciendo, y en algún momentito, un segundito nada más, piensen también en él, porque él tuvo mucho que ver en este país que hoy tenemos todos", solicitó.
Kirchner "realmente hizo mucho para que hoy podamos tener esta Argentina y para que esta Argentina siga creciendo con la fuerza que todos nos merecemos", agregó.
"Yo personalmente me comprometo a redoblar el esfuerzo, a quitarle horas a mi descanso y a mi sueño como hacía él. El ejemplo de él, de su sacrificio, de su voluntad, de su esfuerzo, es lo que me guía", remarcó Fernández de Kirchner.
La presidenta argentina viajó a Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, donde posee su residencia privada, para pasar fin de año junto a su familia. Por ello no asistirá a la ceremonia de asunción de la nueva presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
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