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martes, 7 de diciembre de 2010

El estudio PISA consagra el estancamiento de la educación española

Ya es tradición que el informe PISA de la OCDE sobre educación nos saque los colores ante la comunidad internacional. La mala noticia de que nuestros estudiantes están por debajo de la media de los países desarrollados llega cada tres años desde hace una década. Esta vez no ha sido menos.

El estudio PISA analiza el rendimiento de los estudiantes de 15 años en la adquisición de competencias básicas. Se traduce en su capacidad para aplicar lo que han aprendido.

Los resultados obtenidos por los 25.887 estudiantes españoles de 15 años examinados nos consagran como un país estancado por debajo de la media en educación, incapaz de mejorar en 10 años. Pero habrá quien quiera ver la mejoría respecto a la prueba de hace tres años. Porque haberla, hayla.

El informe PISA de 2009, que se ha presentado este martes en todo el mundo, nos devuelve a los valores obtenidos en 2003, después del bajonazo que dimos en 2006, pero ni aún así recuperamos las posiciones de 2000, y eso que entonces tampoco alcanzábamos la media internacional.

Para la OCDE nuestra evolución se interpreta como estable en coherencia con el ritmo que ha seguido el promedio del resto de países. Según los expertos, la evolución española no sería signifivativa.

Veámoslo en datos:

La puntuación obtenida en capacidad lectora por los alumnos españoles al finalizar Secundaria es de 481, cuando la media de la OCDE es de 492. La puntuación de 2006 fue 461; la de 2003, de nuevo 481; la de 2000, 493.

La calificación española en Matemáticas es de 483, frente a la media internacional de 496. Subimos tres puntos respecto a 2006 (480), pero seguimos por debajo de los 485 puntos de 2003.

En Ciencias, los alumnos sacan un 488, la misma puntuación de 2006, aunque 13 puntos por debajo de la media internacional de 501.

En todos estos casos el informe de la OCDE considera que la diferencia de puntuaciones no es significativa.

Lectura

El informe PISA de 2009 estaba centrado en competencia lectora, como el de 2000, con la novedad de que los ejercicios incluyeron textos digitales en soporte informático y en Internet.

La prueba analizaba la capacidad para obtener información, interpretarla y relacionarla con la experiencia y el entorno. En ninguna destacamos.

Los alumnos han obtenido mejor puntuación en comprensión de textos continuos (texto corrido) que en discontinuos (tipo esquema, listado, gráficos...), que es donde sacamos el resultado más bajo (473).

Otra mala noticia es que si dividimos los resultados en seis niveles de comprensión (de menor a mayor), encontramos a muy pocos estudiantes en los niveles más altos. El 20% de nuestro alumnado está en los niveles de competencia insuficiente.

Cerca de nosotros, pero por encima, se encuentran Portugal, Italia, Grecia y Eslovenia. Por debajo, República Checa, Eslovaquia, Luxemburgo y Austria; también Chile y México.

El estudio no sólo analiza a los 34 países de la OCDE. Se suman otros 30, como algunos sudamericanos y asiáticos, que también cuentan en la elaboración de la media.

El peso de la inmigración

El estudio aborda los resultados por tipo de alumno. Así, las chicas siempre superan a los chicos en lectura, ocurriendo lo contrario en Matemáticas.

Lo que también constata el informe es el peso negativo que tiene el alumnado inmigrante en los resultados de comprensión lectora.

Mientras los estudiantes nativos (españoles) obtienen una puntuación de 488, más cerca de la media de la OCDE; los inmigrantes se quedan en 430. El informe constata que el alumnado inmigrante ha pasado de un 2% en 2000 a un 9,5% en 2009.

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