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jueves, 4 de noviembre de 2010

Miles de personas protestan en Barcelona por la visita del Papadofilo


Como muestra del debate que lleva soportando la ciudad desde hace semanas, esta tarde a las 19.00, en el mismo momento en el que repiqueteaban las campanas de la Parroquia de Sant Jaume, miles de personas han clamado en pleno corazón político de Barcelona y Cataluña contra la visita del Papa Benedicto XVI.

Las 3.000 personas que han llenado la Plaza de Sant Jaume, muchas menos de las esperadas, no han logrado neutralizar el sonido del pequeño templo de la calle Ferran aunque sí han demostrado que la visita papal no es, precisamente, algo que vayan a celebrar todos los vecinos de la capital catalana.

Convocados por Movimiento Laico y Progresista, laicos, homosexuales, ateos, anarquistas y feministas, parados, políticos de izquierdas, estudiantes y algún que otro 'punkie', todos se han sumado bajo el lema 'Yo no te espero', plasmado en banderas, camisetas y pegatinas, en un primer acto unitario contra el uso de fondos públicos -hasta 2,5 millones de euros- para la visita del domingo y una "desproporcionada euforia" de las administraciones por el viaje.

Joffre Villanueva, portavoz de Movimiento Laico, ha recordado en declaraciones a ELMUNDO.es que "nos parece bien que venga el Papa a Barcelona, siempre y cuando los gastos corran a cargo de sus fieles y no del bolsillo de todos". Villanueva, además, ha lamentado que el Ayuntamiento "haya permitido que se dibuje a la ciudad" como un territorio donde quede plasmado "el monopolio de una sola creencia"

Una postura que, con mayor o menor fervor, defendían todos los presentes, embutidos en camisetas que celebraban haber "sobrevivido a una escuela clerical", "+ condones y - sermones" o "niños venid, de los curas huid".

Leo Bassi y políticos

El conocido "bufón" Leo Bassi, siempre crítico "con el ultracatolicismo", ha sido el encargado de clausurar la cita y quien poco antes de aparecer en el escenario señalaba a ELMUNDO.es que "la visita del Papa a la Sagrada Familia, de la que se quieren apropiar, es un ataque al genio de Antoni Gaudí".

Entre los 3.000 asistentes -cifra muy alejada de los 10.000 augurados por los promotores de la protesta- también se contaba a políticos como Jordi Miralles (EUiA), quien ha rechazado públicamente asistir a la ceremonia del domingo por considerarlo un apoyo a una Iglesia que "contraria al reconocimiento de los Derechos Humanos".

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