Chavela Vargas edita un nuevo álbum a sus 91 años titulado '¡Por mi culpa!', ocho canciones que se puede escuchar en poco más de media hora y que para vivirlo hace falta varias vidas. Chavela ha elegido el repertorio y los invitados del disco, que ahora se publica en España. Ella ha tomado todas las decisiones, lo que valía y lo que no. Cuando se convirtió en nonagenaria la cantante declaró: "No le temo a nada". Y así ha grabado el trabajo más emocionante de su carrera.
Portada del disco.
Chavela tiene problemas de movilidad pero su voz a través del teléfono sigue transportando a los desiertos donde los chamanes transforman la realidad en magia. Sólo el silencio es más elocuente que Chavela. "Siempre estoy llena de problemas, creando. El artista tiene que ser creador. Lucho por la vida, siempre buscando algo nuevo", confiesa.
Chavela nació en Costa Rica, llegó a México a los 17 años, comenzó a cantar rancheras alejada del estilo de los mariachis -un estilo que odiaba- y se hizo cantante profesional junto a José Alfredo Jiménez, el autor por excelencia de la canción ranchera. "Estamos huérfanos de compositores", afirma.
Cuando Frida Kahlo conoció a Chavela escribió: "es un regalo que el cielo me envía". La frase tiene vigencia para describir el disco, cada canción es una píldora de vitalidad. Más potente que el alcohol de alta graduación o que cualquier efecto de una droga. Pero no encuentra la razón que le lleva a hacer un disco así: "No sé, son de esas cosas que salen. El disco lo hice como me dio la gana, con quien me dio la gana, porque me dio la gana". ¿Le satisface el resultado? "¡Cómo no!", expresa rotundamente.
Las ocho canciones seleccionadas para el álbum, sintetizan su trayectoria vital. Hay tres composiciones de José Alfredo Jiménez, su gran amigo, con el que se bebió varias cosechas de Tequila y junto al que protagonizó una inagotable colección de anécdotas. "Fuimos a un velatorio, empezamos a beber y se nos olvidó el muerto", le contaba al escritor recientemente fallecido Carlos Monsiváis.
La mención del amigo desaparecido le pone triste. "Sí, se nos fue Carlos, era muy querido y su manera de decir las cosas...". A Chavela se le rompe la voz, al rato se recupera y completa el retrato de José Alfredo. "Hay mucha verdad y mucha poesía en sus canciones, le tengo muy presente". ¿Así que es verdad eso de que los borrachos no mienten? "Los borrachos no mienten y los poetas tampoco", contesta.
Ocho temas emblemáticos compartidos con Lila Downs, Eugenia León, la Negra Chagra, que llevan el ADN de Chavela. Incluso la voz de Joaquín Sabina parece la de una tierna colegiala a su lado entonando 'Nosotros'. De su amigo Agustín Lara ha escogido 'Piensa en mí', acompañada por Thomas Lauderdale, el líder del grupo norteamericano Pink Martini, un fan declarado de Pedro Almodóvar.
El director de cine manchego trajo a Chavela a Madrid en los años 90 y en cada visita Chavela se ha alojado en la residencia de Estudiantes "Ese es mi chiste. Adoro España, me encantaría volver, a ver cómo le hago [sic]. Tengo muchos amigos allá a los que quiero mucho", afirma. De Almodóvar a Sabina pasando por ingenieros que le contaban en la Residencia de Estudiantes las últimas investigaciones de la energía atómica mientras Chavela replicaba con las historias de Don Juan, el chamán que hizo famoso Carlos Castaneda.
La cantante estrena una composición "¿Adónde te vas Paloma?" que la propia Chavela dictó a su amigo, confidente, pintor y escultor Mario Ávila. ¿En que cree usted? "Creo en mí, creo mucho en mí". Dice sin ninguna duda. Chavela se despide hasta su regreso a España con un "Gracias lindo". Un regalo.
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