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lunes, 1 de noviembre de 2010

Acaba la Expo Universal de 'los récords' en China

La Exposición Universal de Shanghai ha supuesto un paso más en el intento del Gobierno chino de convertir a la megalópolis de 20 millones de habitantes en un centro financiero internacional de primer orden.

Para muchos observadores la Expo marcará un antes y un después en la percepción internacional de Shanghai, como los Juegos Olímpicos de 2008 lo hicieron con Pekín.

Al clausurar la Expo Shanghai, el primer ministro chino, Wen Jiabao, indicó que el éxito de la Exposición Universal ha reforzado la confianza en sí misma de China y confirmó que el país asiático seguirá con su plan de reformas y de apertura. "China seguirá firmemente el camino del desarrollo pacífico", añadió Jiabao.

A los chinos les encanta batir records. Los organizadores de la Expo aseguran haber batido unos cuantos: 189 países participantes, más de 73 millones de visitantes, 15.000 millones de dólares de beneficios y una inversion de 4.200 millones de dólares, según las autoridades chinas, aunque se estima que incluyendo las infraestructuras la cifra pueda ser varias veces superior.

Shanghai ha aprovechado para dar un lavado de cara espectacular en cuanto a infraestructuras se refiere: de dos líneas de metro hace tan solo cinco años se ha pasado a 13 líneas en lo que es uno de los metros más modernos del mundo. El famoso barrio neoclásico del Bund ha sido renovado para ofrecer más espacios peatonales -un 40% más- a la orilla del río Huangpu y un 30% del tráfico ha sido desviado por túneles construidos al efecto.

Éxito del pabellón español

Bajo el lema 'Mejor ciudad, mejor vida', los países participantes han mostrado durante 184 días su manera de entender la sostenibilidad como un eje por donde debe discurrir el futuro de las ciudades. Madrid, Bilbao y Barcelona participaron con pabellones independientes dentro del area de mejores prácticas urbanas.

El pabellón español ha batido el ultimo día de la Expo la cifra de siete millones de visitantes y ha obtenido el tercer premio del Buró Internacional de Exposiciones (BIE) en la categoría de diseño arquitéctonico de los pabellones de más de 6.000 metros cuadrados.

Uno de las atracciones del pabellón ha sido la Copa del Mundo de Fútbol conseguida este verano en Sudáfrica y, por supuesto, Miguelín, (Xiaomi Bao Bao, para los chinos), el bebé de 6,5 metros que se ha convertido en símbolo del pabellón y de España entera en China. Miguelín, creado por la directora de cine Isabel Coixet, se quedará en territorio chino ya que ha sido un regalo para el museo de la Expo que tienen previsto crear los organizadores chinos.

En la parte negativa, las colas de tres, cuatro y hasta cinco horas que los visitantes han tenido que esperar para recorrer en unos minutos los pabellones más solicitados como el de China, Arabia Saudí, Reino Unido o Alemania.

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