En el minuto 26 del partido Barcelona-Copenhague del pasado miércoles, la defensa del Barça tiró mal el fuera de juego. El delantero brasileño César Santin salió desde su campo en ventaja y, aunque escorado hacia la izquierda, tenía todo a su favor para encarar al meta. Ante la sorpresa de los espectadores y la desesperación del entrenador del Copenhague, Santín se paró y se abortó el contragolpe.
La UEFA investigará la acción de José Manuel Pinto durante el partido ante el Copenhague, después de que el meta barcelonista silbara y confundiera al delantero, César Santin, que se detuvo al pensar que estaba en fuera de juego.
El jueves, el equipo danés presentó una queja formal contra la acción, al considerar que es contraria al juego limpio. La UEFA estudiará el caso ante la posibilidad de que el meta del Barça hubiera incurrido en "una conducta inapropiada".
Durante la rueda de prensa previa al encuentro ante el Zaragoza, el entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, ha explicado que Pinto suele utilizar los silbidos durante los entrenamientos y los partidos e irónicamente comentó: "Tranquilos, si es un jugador del Barça quien lo hace, habrá que sancionarle".
No es la primera vez que Pinto saca provecho de una acción de pillo desde que está en el Barça. La anterior fue en marzo de 2009, cuando una actuación suya en un penalti le sirvió a los azulgrana para superar una situación complicada ante el Mallorca.
Con 1-0 en contra y un jugador menos y a punto para enfrentarse a un penalti, José Manuel Pinto demostró su sangre fría. José Luis Martí, el jugador del Mallorca, plantó el balón y bajó la cabeza. Pinto le llamó la atención con un silbido.
Seguidamente el meta del Barça le indicó al lanzador por donde iba a tirarse. "Me tiraré por aquí", le dijo marcándole su izquierda. Martí sonrió, el meta del Barça se tiró por donde dijo, pero mantuvo los pies en el centro, que es por donde el mallorquinista lanzó. Pinto le engañó.
En aquel partido, aquel penalti detenido y el posterior gol marcado por Leo Messi en los minutos finales le sirvieron al Barça para situarse en una final copera once años después. Aquel fue el primero de los seis títulos conquistados por el Barça aquella campaña.
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