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miércoles, 13 de octubre de 2010

Alegría por la salida de primer minero

El campamento Esperanza estalló de alegría tras el rescate del minero Florencio Ávalos, el primero de los 33 trabajadores atrapados en un yacimiento minero del norte de Chile que emergió desde las profundidades de la tierra, tras 68 días de encierro.

Hubo momentos de tensión mientras socorristas y funcionarios esperaban ver salir la cápsula con ese primer minero.

El emotivo y eterno abrazo de Florencio con su hijo de siete años, que lo esperaba en la boca del ducto por el que fue rescatado, fue seguido por los familiares de los otros mineros, agrupados en torno al fuego en las afueras de la mina San José, quienes no pudieron contener el llanto. Ellos seguían por televisión las imágenes del minero saliendo de la cápsula e imaginaban que así será en pocas horas con sus propios hijos o parejas, que esperan todavía abajo.

"Míralo, salió bien", dice a la distancia una chica entre los familiares, que se ocultaba en la oscuridad. Otra más la abrazaba.

Otros más se tomaban el rostro con las manos, con sollozos que no daban pena sino que contagiaban por su alegría y emoción.

Los Avalos, quienes siguieron atentos -como todos- el ascenso de Florencio a través de un televisor que instalaron en su carpa, permanecieron tomados de la mano y con mucha ansiedad, rodeados por un mar de periodistas.

Florencio fue el primer hombre que volvió a nacer de las entrañas de la tierra, en donde estuvo atrapado, a más de 600 metros de profundidad, en una mina emplazada en pleno desierto de Atacama, a 800 km de Santiago.

Ni bien ascendió la cápsula, globos se lanzaron al aire, confetis cayeron sobre las cabezas de familiares de mineros y periodistas, que aguardan aún el rescate de los 32 que aún quedan en las profundidades. Hasta vuvuzelas empezaron a retumbar en los alrededores de la mina en fiesta.

Todos, familiares de mineros y periodistas se confundían en un sólo público, frente a pantallas gigantes instaladas en la zona, compartiendo la emoción y sabedores de que son testigos de un histórico rescate. "El primer minero ya está con nosotros; lo vimos abrazar a su esposa Mónica y a su hijo Byron con una ternura que nos conmovió", dijo tras el rescate el presidente Piñera, quien llegó temprano este martes a la mina. Fue su sexta visita. "Uno de repente tiene intuiciones; yo tenía una convicción de que estaban vivos. Que los íbamos a rescatar. Dijimos que no nos íbamos a rendir, y no nos rendimos. Que los íbamos a buscar y los encontramos. Y ahora, que los íbamos a rescatar sanos y salvos, y lo vamos a cumplir", agregó el mandatario. Florencio, de 31 años, era el segundo en la jerarquía del grupo atrapado bajo tierra, y combina la juventud y la experiencia necesarias como para ubicarlo en la categoría de "los más hábiles".

Al salir de la cápsula que lo transportó desde los 622 metros de profundidad, Avalos abrazó a su niño de siete años y a su esposa, Mónica. Posteriormente abrazó al presidente Sebastián Piñera y a funcionarios del gobierno.

Avalos será seguido por Mario Sepúlveda (39 años) y luego será el turno de Juan Illanes (52 años) seguido del boliviano Carlos Mamani (23 años), según confirmó el presidente. Con el título de contramaestre, Avalos es el segundo en la jerarquía técnica en el grupo de 33 hombres que quedaron atrapados en la mina de cobre y oro a 700 metros de profundidad.

Atrapado en el yacimiento está también su hermano menor, Renán, de 29 años.

"Estamos muy felices, muy contentos", explicó a la AFP en las afueras de la mina su tío Alberto Avalos, quien hubiera querido ver que los hermanos "salgan juntos".

"Florencio tenía en la mina el papel de supervisor, de contramaestre. Repartía el trabajo entre los demás", cuenta. "Es un señor, un caballero. Los jefes le dan una orden y el siempre responde presente", aseguró el tío. Florencio es una persona "muy razonable", agregó.

"Estoy seguro de que no ha querido esto (ser el primero en salir). Hubiera querido dejar que salieran todos los demás, y él después", enfatizó.

Su gran pasión en la vida es el fútbol, comentó el tío.

El equipo médico y de ingenieros propuso que Florencio fuera el primero a ser izado por sus condiciones de "juventud relativa" y "experiencia", según fuentes de los socorristas citadas por el diario La Tercera. Familiarizado con todo lo que es tecnología, Florencio fue el "camarógrafo" principal de los mineros en la mayoría de los videos difundidos estas últimas semanas mostrando su organización y su trabajo bajo tierra.

Su conocimiento técnico fue importante durante el ascenso, para la transmisión constante de los datos biomédicos, así como para la verificación del buen funcionamiento de las comunicaciones.

Alberto Avalos dijo que la última vez que habló con su sobrino Florencio fue "hace 15 días" y que "estaba muy calmo".

El orden del ascenso sigue un modelo teórico conocido de salvamento, explicaron los socorristas: "primero los más hábiles", capaces de reaccionar frente a un problema, "luego los más débiles", por razones de salud o psicológicas, y "por último los más fuertes", capaces de sobrellevar una espera más prolongada. Siguiendo el mismo modelo, Luis Urzúa, de 54 años, jefe de turno el día del accidente y líder del grupo de mineros durante los más de dos meses bajo tiera, será el último en salir.

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