Una importante delegación de directores y asesores de la Unasev presentó en la Comisión de Transporte y Obras Públicas de la Cámara de Senadores, un extenso informe sobre siniestralidad vial, la labor desarrollada por el organismo desde su creación en octubre de 2007 y las necesidades presupuestales para el futuro.
"Los accidentes no se pueden evitar, pero lo que estamos viviendo en el país, sí". En este sentido, el jerarca consideró como un avance el cambio operado en el "lenguaje", por el cual se empezaron a catalogar como "siniestros de tránsito" y no como "accidentes", porque transmite la idea de un "evento evitable", indicó Barrios.
"Existen conceptos relacionados con la siniestralidad y la lesividad que, fundamentalmente, apuntan a una noción nueva en materia de tránsito, ya que éste deja de ser un problema fraccionado en el país para pasar a ser un problema de salud de nuestra comunidad, integrado dentro de los conceptos de seguridad ciudadana", señaló Barrios.
En ese marco, el jerarca presentó ante los legisladores una impactante comparación sobre el impacto de la siniestralidad vial en Uruguay: "¿Qué pasó durante los últimos treinta años? Hubo 500.000 uruguayos lesionados como consecuencia de accidentes de tránsito; desapareció un pueblo entero con 15.000 habitantes, donde había una escuela a la que concurrían 450 niños. Esto sucedió en el país en los últimos treinta años".
Barrios, médico intensivista de profesión, dijo que según las cifras oficiales el año pasado fallecieron 535 personas en accidentes de tránsito. El jerarca desglosó algunos números y señaló que de esos 535 fallecidos, el 70% murió en el interior del país y de esta cifra el 60% murió en las ciudades, por lo tanto, "el problema no se da solo en las rutas".
IMPORTANCIA DE CONTROLAR
El jerarca señaló que para contabilizar la cantidad de lesionados y fallecidos en siniestros de tránsito hay que interpretar las distintas curvas que surgen de los datos, ver las oscilaciones y determinar de qué dependen, para vislumbrar estrategias que puedan resultar eficaces.
"Queda muy claro y se corrobora con la experiencia internacional que las crisis económicas tienen mucho que ver con la siniestralidad, las lesiones y las muertes en accidentes de tránsito. Cada vez que hubo una recuperación de una crisis económica, se incrementó la cantidad de fallecidos y de lesionados. Por ejemplo, durante la crisis económica del año 2002 la cantidad de lesionados y de fallecidos por esta causa descendió, pero volvió a aumentar a partir de 2003, cuando comenzó un período de salida de la crisis", indicó.
El aumento continuó hasta el 2008 "coincidiendo con la creación de la Unasev". "Es claro que se produjo una depresión en el período 2002-2003 y también es clara la vinculación que ello tiene con nuestro parque automotor y con la movilidad", afirmó Barrios.
"Es evidente que el comportamiento de nuestro país en estos treinta años tuvo mucho que ver con la movilidad y con el parque automotor. Si uno analiza las tendencias, podrá ver que llegando al 2003 se produce un decremento y, a partir de ese momento, un incremento bastante constante año tras año. Sin embargo, esta situación no se da durante los años 2008 y 2009", señaló.
"Este fenómeno debe tener una explicación. ¿Por qué, si el parque automotor y la movilidad se siguen incrementando, no aumenta la cantidad de lesionados y de fallecidos? ¿Qué significa que hubo un decremento del 7%? Que hubo 2.000 uruguayos menos lesionados, lo que significó para el país un ahorro de U$S 50.000.000", lo cual implicaría un 2% del PBI en costo por lesionados y fallecidos en siniestros viales.
En este sentido, Barrios valoró como relevante la aprobación de la Ley Nº 18.191 y, en particular, la necesidad de su aplicación efectiva en todo el país. "Coincide que donde se registra mayor mortalidad es donde no se fiscaliza ni se controla el uso de dispositivos de seguridad", afirmó el jerarca.
Los números determinan que en Uruguay se registran 16 muertos por cada 100.000 habitantes, pero la desigualdad interna es sumamente relevante. "Artigas tiene la misma mortalidad que Suecia: cuatro muertos cada 100.000 habitantes. En el otro extremo tenemos departamentos como Flores, cuya mortalidad es diez veces mayor (que en Artigas), casi tres veces más que el promedio nacional". "Es decir que parece bastante claro que hay factores que están influyendo para que los uruguayos se mueran más en un departamento que en otro. Montevideo tiene la mitad del promedio nacional", dijo Barrios.
"Más allá de que esto sea un indicador de tal o cual sector -desde ya digo que poco me importa de qué intendente se trata- tenemos que apoyarnos entre todos para mejorar esta cifra. Me interesa que los habitantes de San José no se mueran diez veces más que los de Montevideo o quince veces más que los de Artigas. Nos tiene que interesar que los uruguayos no nos involucremos en siniestros y, si estos suceden, que la tasa sea muchísimo menor", dijo Barrios.
Barrios trazó, por tanto, un paralelismo entre el tránsito y la salud: "Vacunemos a los niños y adultos contra el tránsito y para ello se debe tomar conciencia de ciertos aspectos como el uso del caso, de los cinturones, de las luces y el no consumo de alcohol al conducir". En este sentido, el jerarca afirmó que se debe medir el peso que tiene cada uno de los dispositivos de seguridad, porque si se comienza a usar el casco "la mortalidad baja de un día para el otro".
ALCOHOL
El presidente de la Unasev, Gerardo Barrios, destacó durante su intervención ante los legisladores la reglamentación aprobada en el Parlamento mediante la cual se estableció el descenso de la tasa de alcohol permitido para manejar: de 0,8 g/l a 0,3 g/l en los últimos tres años. Barrios se mostró "convencido" de la implicancia del alcohol en la conducción vehicular y la siniestralidad vial. "En definitiva, ese 0,3 g/l refleja que, habiéndose bajado escalonadamente esa cifra tal cual se pidió, pero en un plazo más reducido, las tasas de alcohol vinculadas a la siniestralidad han descendido estrepitosamente, llegando a situarse en función de la tasa del 0,3 permitida en 2% de espirometrías positivas. Ese valor es comparable al de los países del Primer Mundo y a los resultados que hoy tiene Suecia, que es el primero en el mundo en la adopción de estrategias eficaces en seguridad vial", dijo Barrios.
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