Comparecencia. Imputados declararon durante varias horas ante el juez.
Desde temprano a la mañana y hasta avanzada la noche el plazo legal es hasta hoy de mañana, la jueza penal de 6º Turno, doctora Mariana Motta, le tomaba declaración a los dos sospechosos, de 18 y 23 años, quienes están señalados como integrantes de la banda de secuestradores que actuara en Pocitos y Punta Gorda.
El mayor posee un antecedente penal y el menor varias anotaciones policiales. Fueron detenidos el pasado miércoles de mañana en una serie de allanamientos realizados por la Brigada de Asaltos del departamento de Hurtos y Rapiñas, en el barrio Villa Española.
Fuentes policiales indicaron que los mismos habrían aceptado su participación en los cuatro raptos, por lo cual se consideraba prácticamente un hecho su procesamiento. Junto a ellos fueron detenidos otros dos jóvenes, que ayer comparecieron como testigos. Se esperaba el reconocimiento de las víctimas en la sede judicial de la calle Bartolomé Mitre.
Mientras tanto continúa la búsqueda de otros cuatro jóvenes, dos mayores y dos menores estos últimos de 17 años que también integrarían la banda con distintos roles. En tal sentido ayer efectivos de Hurtos y Rapiñas realizaron una serie de procedimientos en Villa Española, que es el barrio donde vive la mayoría de los integrantes de la gavilla, pero no se pudo ubicar a ninguno de ellos.
Según pudo saber LA REPUBLICA, se realizaron tres inspecciones de fincas, no así allanamientos la diferencia radica en que en las mismas existe consentimiento de los dueños de casa para ingresar pero no se pudo ubicar a ninguno de los buscados.
En los operativos también se controlaron distintos puntos que los integrantes de la banda solían frecuentar, pero en ningún lugar los hallaron, pues es un hecho que al saberse buscados y sabiendo que habían detenido a dos de sus allegados, irían por ellos.
La Policía cree que estos sujetos tienen contactos en distintas zonas marginales y por ello cuentan con más de un aguantadero, por lo cual la búsqueda continúa.
Hasta ahora es un misterio donde guarda sus armas la banda ya que en los procedimientos que se han realizado no se pudo incautar ninguna, así como tampoco los diversos artículos que se robaron de las casas que coparon luego de los raptos. Existe la hipótesis de que ya se habrían desprendido de los mismos al venderlos, pues lo que a ellos les importaba era el efectivo. Sobre el destino que los integrantes de la banda daban a lo que les correspondía tras dividir los botines, vale decir que buena parte era destinada a comprar estupefacientes ya que varios son adictos, además de comprarse prendas de vestir y gastar en locales nocturnos. En relación a estos episodios y al resultado de los procedimientos policiales, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dijo ayer que se trata de una nueva modalidad criminal en nuestro país, de muy difícil combate, y que la mejor manera de hacerlo es desmembrar rápidamente a las células delictivas.
De esta forma han quedado aclarados los cuatro secuestros exprés que se registraron en tan sólo una semana, el primero en Villa Biarritz, el segundo, un día después, en Punta Carretas, el tercero varios días después en Pocitos y el último al cumplirse una semana del primero, aunque en este caso en Punta Gorda, ya que bien sabían que los estaban buscando.
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