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miércoles, 14 de julio de 2010

El pueblo, sin división alguna, rodeó el Parlamento y tomó las calles


La extensa caravana que acompañó al seleccionado nacional llegó a las escalinatas del Palacio Legislativo luego de más de cuatro horas de alegre y agradecida procesión.

Los protagonistas, como en el campeonato mundial, fueron nuevamente los deportistas.

Faltaban aún cinco minutos para la hora 16:00 cuando el presidente José Mujica y el técnico de la Selección, Oscar Washington Tabárez ascendieron por la escalinata del estrado y aparecieron abrazados ante el exultante público uruguayo, con el telón de fondo de miles de pabellones nacionales y el ensordecedor festejo de millares de gargantas.

Detrás, uno a uno los veintitrés futbolistas que hace pocas horas lograron escribir su historia en Sudáfrica.

Mujica expresó con emoción, cariño y compromiso: "¡Arriba orientales!".

"Al maestro Tabárez, a la AUF, con todo lo que significa el homenaje de este pueblo, a todos los muchachos: nunca hemos estado tan unidos, por encima de las clases sociales, por encima de los colores políticos, nos han dado una gran cuota de coraje y juventud", manifestó el mandatario. Mujica agradeció a los futbolistas en nombre de todo el pueblo uruguayo. "Esto es de ustedes, esto se lo ganaron, esta es la pequeña patria que les reconoce que no sólo son guapos, sino valientes, porque mantuvieron compostura, altura y nos dieron la esperanza de soñar. ¡Gracias en nombre de todo el pueblo uruguayo. Gracias!". Un nuevo momento de emoción se vivió en cuando se entonaron, al unísono, las estrofas del Himno Nacional.

Luego, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá tuvo palabras de agradecimiento para jugadores, cuerpo técnico, y todos los dirigentes, tanto de las divisiones juveniles, del interior del país y del fútbol profesional. "Demostramos que el fútbol uruguayo no tiene banderas, sino que es celeste".

El director técnico de la Selección, Oscar Tabárez reconoció que todo el grupo se sentía "sorprendido, asombrado, impactado y emocionado", pero por sobre todo muy agradecido por el recibimiento del pueblo.

"Estos muchachos merecían un reconocimiento, pero esto ha superado todo lo imaginable, no hay palabras para describir lo que hemos presenciado. Además está muy bien festejar partidos ganados y triunfos, pero quizás lo que demuestran ustedes y yo me quiero hacer eco con el mensaje que habría que dejar, es que no nos quedamos sólo con los resultados para valorar lo que se hace", remarcó el director técnico nacional.

Tabárez dijo que el éxito no son sólo resultados, sino las "dificultades que se pasan para obtenerlos, la lucha permanente, el espíritu de marcar ese desafío y también la valentía para superarlo". Mientras el entrenador hacía uso de la palabra dos aviones de la Fuerza Aérea Uruguaya sobrevolaban el escenario. Las aeronaves -dos cazas A-37 B- habían partido minutos antes del Aeropuerto Internacional de Carrasco. Con posterioridad hizo uso de la palabra el capitán de la Selección, Diego Lugano, quien expresó que el regalo de toda la gente "seguramente es mucho más de lo que merecemos".

"Apenas hemos hecho lo que cualquier jugador de este país haría, que es dar la vida por la camiseta, por nuestra historia y traerle alegría a nuestra gente. Fuimos a Sudáfrica con el sueño fundamentado en el trabajo y las condiciones del grupo, acariciamos la gloria pero no se dio. Al volver nos encontramos con algo que va mucho más allá de lo que podíamos imaginar y es ver a todo el pueblo, el Uruguay unido, abrazado, exteriorizando el orgullo que todos llevamos dentro de haber nacido en este país que es lo más grande que hay", agregó Lugano. El capitán de la Selección aprovechó la ocasión de estar ante el presidente Mujica y la mayoría de las autoridades políticas para solicitarles que "para que este día no pase al olvido, para que la ilusión de la gente no sea pasajera y esto no sea una hazaña sino una obligación, todos juntos le demos al fútbol y al deporte la trascendencia que siempre ha tenido".

Por su parte, Sebastián Abreu, fue quien más se salió del protocolo y en todo momento vivió con alegría la fiesta. "Espero que el día que me postule a presidente tenga a toda esta gente que me vote", dijo.

"Hay algo que fue muy emocionante, que lo contaban los abuelos, y que gracias a Dios en este grupo tuvimos un ejemplo. Fue la actitud de un compañero que se fracturó y siguió jugando: 'Nico' Lodeiro. Eso lo tenemos que valorar mucho", resaltó Abreu.

También recordó que Uruguay tiene en el once ideal del mundo a Diego Fucile, y algo muy "espectacular", lo que hizo Luis Suárez, algo totalmente dentro de las reglas de juego del fútbol, al evitar un gol con sus manos.

"El orgullo más grande que tenemos todos, que fue la frutilla de la torta para un excelente campaña, es tener al mejor jugador del mundo en el Uruguay: Diego Forlán", remarcó.

En ese momento, Forlán agradeció a toda la gente porque un recibimiento como el de ayer era "impensado". Aseguró que el premio lo tomó por sorpresa, y la manera que lo festejaron sus compañeros lo sorprendió aún más, y remarcó que se trató de un galardón que logró gracias a ellos.

Destacó el trabajo de cuatro años de la Selección, el cual fue "humilde, serio y con respeto".

"Nos dimos cuenta que trabajando con humildad y respeto y haciendo las cosas bien se puede llegar lejos, tuvimos la oportunidad de jugar una semifinal del mundo y estuvimos a un paso de la final. Por más que seamos un país tan chico y de tres millones de habitantes hay mucha gente y profesionales en todas las ramas de la actividad que a nivel mundial están en los primeros lugares y en el fútbol también, así que debemos creer en nosotros mismos", afirmó Forlán.

Luego, el presiente Mujica, del vicepresidente Danilo Astori, la senadora Lucía Topolansky y la presidenta de la Cámara de Representantes, Ivonne Passada procedieron a entregarle a jugadores y cuerpo técnico las medallas en reconocimiento a la "brillante" participación en el campeonato mundial.

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