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lunes, 24 de mayo de 2010

Revelan listas secretas de espías civiles que actuaron en Uruguay

Esta última lista de la marina revela quiénes fueron sus espías durante el terrorismo de Estado. La lista, que fue remitida al Ministerio de Defensa por el jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante Jorge Omar Godoy, contiene más de 700 nombres.

En un artículo firmado por Franco Mizrahi se señala que la información era secreta y fue desclasificada por la presidenta Cristina Fernández a través del decreto 4/2010. Si bien se trata de personal de inteligencia, el hecho de aparecer en la lista no implica que las personas allí mencionadas estén involucradas en delitos de lesa humanidad.

En la ESMA estuvieron secuestrados la fundadora de Montoneros Norma Arrostito, Azucena Villaflor, fundadora de Madres de Plaza de Mayo y Jaime Dri, cuyo paso y huida de ese centro clandestino de detención fue relatado por Miguel Bonasso en el libro "Recuerdo de la muerte". Junto a ellos hubo unos cinco mil secuestrados en el establecimiento ubicado sobre la Avenida del Libertador, en el límite de la Capital Federal con la provincia de Buenos Aires. Algunos de ellos fueron sedados y arrojados al Río de la Plata, en lo que se conoció como los "vuelos de la muerte".

En ese mítico centro clandestino había un altillo llamado "Capuchita" que, según consta en el libro "Nunca más" "fue utilizado por los miembros del SIN para torturar y mantener a sus secuestrados separados de los de la ESMA. 'Capuchita' se prestaba a la Fuerza Aérea, al Ejército y al SIN para llevar a sus detenidos allí. El piso era de color rojo y tenía ventiluces siempre cerrados'".

Detenidos en Uruguay

El diputado justicialista entrerriano Jaime Dri fue capturado y herido en Uruguay en diciembre de 1977 y luego pasó por un periplo que lo llevó a varios centros de detención clandestina, entre ellos la ESMA y la Quinta de Funes, donde encontró a 14 detenidos hoy desaparecidos y a agentes de inteligencia que forzaron a algunos a viajar a México.

El National Security Archive (NSA) reveló el martes 8 de diciembre del año pasado una serie de documentos que comprueban la detención y fuga de Jaime Dri, detenido durante la última dictadura militar argentina, y sobre la Operación México, que forzó a desaparecidos detenidos en Rosario a participar en un escuadrón de la muerte para infiltrar a la dirección de Montoneros en Ciudad de México en enero de 1978.

El 19 de julio de 1978 Dri se escapó a Asunción, Paraguay. Sus captores clandestinos, enviaron desesperadas peticiones a sus pares en Paraguay y dejaron pistas sobre lo que vio Dri durante esos ocho meses. Luego de escapar a Paraguay, Dri se refugió en la Embajada de Panamá, país de origen de su esposa, donde finalmente se radicó.

La NSA publicó en su sitio de Internet los documentos centrales provenientes del Archivo del Terror acompañados de otros 12 de Estados Unidos, Argentina y México, que verifican la solidez de la historia aparecida en el libro "Recuerdo de la Muerte".

En la redada realizada en nuestro país en diciembre de 1977 también fue detenido el famoso pianista argentino, Miguel Angel Estrella que estuvo detenido durante años en el Penal de Libertad.

La Embajada de EEUU en Uruguay informó, en diciembre de 1977, que el arresto del pianista argentino refugiado en Uruguay, Miguel Ángel Estrella, era parte de una serie de redadas llevadas a cabo entre el 15 y 16 de diciembre donde fueron capturados ocho Montoneros. Estos últimos "se encuentran esperando ser extraditados a Argentina", decía el informe de la Embajada de EEUU en Uruguay. Los prisioneros fueron trasladados ilegalmente por una fuerza de seguridad uruguaya a una fuerza de seguridad argentina.

Al menos tres de los montoneros detenidos en Uruguay, en los operativos realizados en Montevideo y en balnearios de la Costa de Oro, fueron interrogados en el Fusna y después trasladados clandestinamente a Buenos Aires. Los tres figuran como desaparecidos.

Jorge Tróccoli, entonces jefe de Inteligencia, participó directamente en la captura, en los interrogatorios y en los traslados. Su presencia en los sótanos de la ESMA fue comprobada y se presume que también participó en los operativos de Orletti.

Los operativos contra los montoneros permitieron a la Inteligencia del Fusna desmantelar la estructura clandestina de los GAU (Grupos de Acción Unificadora).

La acción contra los GAU comenzó con una coincidencia: uno de los montoneros capturados en Uruguay tenía una cédula de identidad uruguaya. Al allanar el domicilio de la persona a quien correspondía el documento, fue incautado material que permitió desmantelar la estructura. La represión de los GAU fue dirigida por Tróccoli, que será juzgado en Italia y por ella también fue procesado el marino uruguayo Juan Carlos Larcebeau.

Desde setiembre de 1977 hasta 1980, Larcebeau cumplió funciones como oficial de Inteligencia del Estado Mayor del Cuerpo de Fusileros Navales (Fusna). Según su testimonio se desempeñó en esta dependencia desde 1972, llegando en 1977 a ser director de Inteligencia.

El juez Charles indicó, en ocasión del procesamiento de Laarcebeau, en base a las declaraciones del capitán (r) de la Armada Eduardo Laffitte, que el oficial de la Armada viajaba a Argentina en su condición de jefe de Inteligencia del Fusna, "a los efectos de la coordinación con grupos como el de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA)".

Una investigación de LA REPUBLICA realizada por Roger Rodríguez señaló la participación de la Armada en la coordinación represiva.

En torno a Larcebeau, el fallo judicial agregó ­según el testimonio brindado por el almirante (r) Jorge Saravia Briazo­ que "había viajado posteriormente al envío del ciudadano argentino detenido en Colonia (Oscar) De Gregorio en compañía de un oficial del Ejército uruguayo y que está convencido de la participación en territorio argentino de Larcebeau ­porque se lo dijo­ y de Tróccoli".

Decenas de militantes fueron detenidos y torturados en las dependencias del Fusna. También hubo detenciones en Buenos Aires, que según Posdata fueron realizadas por comandos de la ESMA; cuando Tróccoli se trasladó a Buenos Aires para interrogarlos se encontró con que ­según esa versión­ los uruguayos ya habían sido "desaparecidos".

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