Un ex policía, de 32 años, se debate entre la vida y la muerte tras haber sido baleado a quemarropa en el pecho por un delincuente que, vistiendo un uniforme policial asaltó una pizzería de la Unión, donde la víctima estaba cenando. El malviviente fue reducido por otro policía y civiles que presenciaron los hechos.
Poco después de terminado el partido de Uruguay frente a Israel una treintena clientes se encontraba cenando en una pizzería ubicada en 8 de Octubre y Pan de Azúcar, cuando en determinado momento ingresó al lugar un individuo vistiendo un uniforme policial, con un casco de motos y una pasamontañas negro puestos.
Hasta ahí nada parecía extraño, aunque enorme fue la sorpresa de los clientes cuando vieron al supuesto policía apuntándole al encargado de la pizzería y acto seguido lo despojaba de todo el dinero de la caja.
Rápidamente el falso policía salió del comercio y se montó en la moto que había llegado, pero el birrodado le jugó una mala pasada ya que no le encendía. Esto fue aprovechado por unos clientes y empleados, que salieron y fueron sobre el delincuente, que sin titubear sacó su arma y le efectuó un disparo a quemarropa a Félix Alejandro Barrios, de 32 años, quien dejó la Policía en setiembre del 2006 por razones de salud, quien únicamente le llegó a decir otro de los clientes que se solidarizó junto con él, "me dieron, me dieron", para luego caer inconsciente al pavimento.
Toda la situación fue observada por un policía que estaba cerca y, entre él y algunos civiles, lograron reducir y desarmar al falso agente, que tenía dos armas, un revólver calibre 32 y una pistola 765, además del correaje completo (cinturón) que utilizan los policías con las esposas incluidas, la canana y el calce para la cachiporra.
De inmediato se pidió ayuda y una unidad de emergencia médica móvil trasladó al herido al Hospital Pasteur en estado grave, con un diagnóstico de "herida de arma de fuego en hemitórax izquierdo, con orificio de entrada y salida, perforación de pulmón y roce en hígado", quedando internado en estado crítico por lo que se le debió inducir a un coma farmacológico.
El agresor, que tenía puesta una campera y un buzo de Policía, fue identificado como CRPA, argentino, de 28 años, poseedor de cinco antecedentes, todos por hurtos y rapiñas agravadas, comprobándose también que estaba fugado de la cárcel de Canelones.
Sobre los efectos que le fueron incautados el detenido utilizó para todo el mismo pretexto, sobre las armas y los elementos del uniforme policial, afirmó haberlos comprados en la feria de Piedras Blancas, mientras que la moto dijo que se la había prestado su hermano.
La pistola estaba denunciada como robada de una casa de Sayago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario