La primera teniente de alcalde del área de Movilidad de Girona, Isabel Salamaña (PSC), dio la mala noticia el jueves. En 1,5 kilómetros de una de las principales vías de la ciudad, la carretera de Barcelona, el Consistorio había hallado amianto. Ayer, el subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets, explicó que el material se encuentra también en el pavimento de La Bisbal d'Empordà y de Palamós, ambos en el Baix Empordà.
"Puede haber 2, 10 o ningún municipio afectado", dice el subdelegado
Girona ha tenido que parar las obras en la carretera de Barcelona
Los tres municipios usaron este material nocivo mezclado con alquitrán en 1982, en un plan piloto del entonces Ministerio de Obras Públicas que buscaba mejorar el sistema de adherencia. Las pruebas se hicieron en varios municipios, aunque la subdelegación ignora aún el número exacto de localidades que participaron en el experimento. El Ministerio de Fomento elaborará ahora un inventario de las carreteras de la provincia de Girona que contienen este material, prohibido desde 2002 por sus efectos nocivos para la salud de las personas.
La subdelegación desconoce también los tramos exactos de Palamós y de La Bisbal en que hay amianto. "Son vías que antes pertenecían al Estado", aseguró Francisco-Busquets. Un portavoz del Ayuntamiento de Palamós añadió que el material está en las calles de la zona centro del municipio, aunque se ignoran los lugares concretos. "Ya teníamos constancia de la presencia de amianto en la zona antes de la llamada del subdelegado, pero no se ha hecho nada porque por ahora el Ayuntamiento no va a reformar ninguna vía pública de Palamós", indicó el portavoz.
Los planes de la subdelegación pasan, primero, por identificar cuáles son las vías con amianto en la provincia. A partir de ahí, cada vez que se quiera reformar estas carreteras, deberá hacerse sin romper el asfalto para que no genere partículas en suspensión. Esas partículas son las que aumentan la peligrosidad del amianto.
"Puede haber 2, 10 o ningún municipio más afectado", aseguró Francisco-Busquets, que pide paciencia hasta que se revisen los archivos del Estado. En cualquier caso, recordó el subdelegado, la concentración de amianto no rebasa el 2,28% en ninguna zona. "A esos niveles no es nocivo para la salud de las personas", dijo.
A raíz de esta noticia, el diputado de CiU por Girona Jordi Xuclà anunció que su grupo presentará el lunes en el Congreso una petición para que comparezca el ministro de Fomento, José Blanco, e informe en septiembre ante la Cámara sobre las carreteras gerundenses que han sido asfaltadas con este componente. Las obras en la carretera de Barcelona, en Girona, "han destapado lo que durante años el Ministerio de Fomento ha escondido, incluso cuando se hizo el traspaso de esta carretera. Se ha descubierto que el asfalto utilizado contiene un producto altamente nocivo, cancerígeno", denunció ayer Xuclà en declaraciones a la agencia Efe.
El Ayuntamiento de Girona, responsable del hallazgo del amianto, ha tenido que renunciar a sus planes de mejora de esa carretera, que quería hacer aprovechando el Fondo Estatal de Inversión Local. Para no perder la partida, el Consistorio cubrirá el tramo afectado con una capa de asfalto. En el futuro los técnicos tendrán que buscar la opción adecuada para sacar el material sin que suponga un peligro para los ciudadanos.
"Puede haber 2, 10 o ningún municipio afectado", dice el subdelegado
Girona ha tenido que parar las obras en la carretera de Barcelona
Los tres municipios usaron este material nocivo mezclado con alquitrán en 1982, en un plan piloto del entonces Ministerio de Obras Públicas que buscaba mejorar el sistema de adherencia. Las pruebas se hicieron en varios municipios, aunque la subdelegación ignora aún el número exacto de localidades que participaron en el experimento. El Ministerio de Fomento elaborará ahora un inventario de las carreteras de la provincia de Girona que contienen este material, prohibido desde 2002 por sus efectos nocivos para la salud de las personas.
La subdelegación desconoce también los tramos exactos de Palamós y de La Bisbal en que hay amianto. "Son vías que antes pertenecían al Estado", aseguró Francisco-Busquets. Un portavoz del Ayuntamiento de Palamós añadió que el material está en las calles de la zona centro del municipio, aunque se ignoran los lugares concretos. "Ya teníamos constancia de la presencia de amianto en la zona antes de la llamada del subdelegado, pero no se ha hecho nada porque por ahora el Ayuntamiento no va a reformar ninguna vía pública de Palamós", indicó el portavoz.
Los planes de la subdelegación pasan, primero, por identificar cuáles son las vías con amianto en la provincia. A partir de ahí, cada vez que se quiera reformar estas carreteras, deberá hacerse sin romper el asfalto para que no genere partículas en suspensión. Esas partículas son las que aumentan la peligrosidad del amianto.
"Puede haber 2, 10 o ningún municipio más afectado", aseguró Francisco-Busquets, que pide paciencia hasta que se revisen los archivos del Estado. En cualquier caso, recordó el subdelegado, la concentración de amianto no rebasa el 2,28% en ninguna zona. "A esos niveles no es nocivo para la salud de las personas", dijo.
A raíz de esta noticia, el diputado de CiU por Girona Jordi Xuclà anunció que su grupo presentará el lunes en el Congreso una petición para que comparezca el ministro de Fomento, José Blanco, e informe en septiembre ante la Cámara sobre las carreteras gerundenses que han sido asfaltadas con este componente. Las obras en la carretera de Barcelona, en Girona, "han destapado lo que durante años el Ministerio de Fomento ha escondido, incluso cuando se hizo el traspaso de esta carretera. Se ha descubierto que el asfalto utilizado contiene un producto altamente nocivo, cancerígeno", denunció ayer Xuclà en declaraciones a la agencia Efe.
El Ayuntamiento de Girona, responsable del hallazgo del amianto, ha tenido que renunciar a sus planes de mejora de esa carretera, que quería hacer aprovechando el Fondo Estatal de Inversión Local. Para no perder la partida, el Consistorio cubrirá el tramo afectado con una capa de asfalto. En el futuro los técnicos tendrán que buscar la opción adecuada para sacar el material sin que suponga un peligro para los ciudadanos.
EP-E
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