El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha garantizado este lunes al depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, que España hará todo lo necesario para que su retorno a Tegucigalpa "sea lo más rápidamente posible".
En rueda de prensa conjunta con su colega venezolano, Nicolás Maduro, Moratinos, que se encuentra de visita oficial en Venezuela, señaló que se estuvo "cerca" de hallar una solución durante la mediación del presidente costarricense, Oscar Arias, y pidió "perseverar" en la búsqueda de una fórmula que permite retornar a la normalidad constitucional a Honduras. "Ese es el objetivo principal que tenemos que tener todos los responsables políticos iberoamericanos y de la comunidad internacional", señaló.
Según han informado fuentes diplomáticas, España sigue confiando en la mediación de Arias, mientras que Venezuela da por finalizada su labor. Aunque se le preguntó expresamente por ello, Moratinos rehusó precisar si España promoverá en la UE nuevas medidas de presión contra el Gobierno de facto de Roberto Micheletti.
'Zelaya quiere volver pacíficamente'
El jefe de la Diplomacia española reveló que había hablado el lunes con Zelaya, quien le garantizó su "voluntad" de volver a Honduras "de forma pacífica" y con ánimo de lograr una "reconciliación nacional".
Moratinos le aseguró, por su parte, que España, en el seno de la UE, hará "todo lo necesario" para que su regreso se realice "lo más rápidamente posible" y esperó que el Gobierno de facto responda ahora con la misma voluntad de "paz".
También hizo un llamamiento a que la comunidad internacional mantenga la "unidad" mostrada desde el inicio de este conflicto con una posición contraria al golpe de Estado y a favor del regreso de Zelaya como presidente constitucional de Honduras.
Maduro evitó por su parte comentar el pronunciamiento del Ejército hondureño a favor de una solución negociada basada en el plan de Oscar Arias y defendió un "restablecimiento inmediato del presidente Zelaya en sus funciones", así como el "cese de la represión desatada contra el pueblo de Honduras", aunque no dijo cómo se podría lograr esto.
Indicó que el Gobierno de Venezuela apoya las decisiones "soberanas" adoptadas por Zelaya, que aspira "legítimamente" a regresar a su país, y se dedicó a elogiar a todos aquellos hondureños que han caminado hasta ocho horas para cruzar la frontera con Nicaragua a través de las montañas y burlar así los retenes militares en las carreteras.
Advirtió además de que si la "dictadura" que, según él, pretende imponer Micheletti en Honduras logra consolidarse, se abriría una "amenaza" para todos los pueblos del continente y se regresaría a la época de las dictaduras del siglo XX en América Latina.
Reclamó asimismo que los organismos internacionales de Derechos Humanos investiguen las "violaciones" contra los seguidores de Zelaya por parte del Gobierno de facto.
En rueda de prensa conjunta con su colega venezolano, Nicolás Maduro, Moratinos, que se encuentra de visita oficial en Venezuela, señaló que se estuvo "cerca" de hallar una solución durante la mediación del presidente costarricense, Oscar Arias, y pidió "perseverar" en la búsqueda de una fórmula que permite retornar a la normalidad constitucional a Honduras. "Ese es el objetivo principal que tenemos que tener todos los responsables políticos iberoamericanos y de la comunidad internacional", señaló.
Según han informado fuentes diplomáticas, España sigue confiando en la mediación de Arias, mientras que Venezuela da por finalizada su labor. Aunque se le preguntó expresamente por ello, Moratinos rehusó precisar si España promoverá en la UE nuevas medidas de presión contra el Gobierno de facto de Roberto Micheletti.
'Zelaya quiere volver pacíficamente'
El jefe de la Diplomacia española reveló que había hablado el lunes con Zelaya, quien le garantizó su "voluntad" de volver a Honduras "de forma pacífica" y con ánimo de lograr una "reconciliación nacional".
Moratinos le aseguró, por su parte, que España, en el seno de la UE, hará "todo lo necesario" para que su regreso se realice "lo más rápidamente posible" y esperó que el Gobierno de facto responda ahora con la misma voluntad de "paz".
También hizo un llamamiento a que la comunidad internacional mantenga la "unidad" mostrada desde el inicio de este conflicto con una posición contraria al golpe de Estado y a favor del regreso de Zelaya como presidente constitucional de Honduras.
Maduro evitó por su parte comentar el pronunciamiento del Ejército hondureño a favor de una solución negociada basada en el plan de Oscar Arias y defendió un "restablecimiento inmediato del presidente Zelaya en sus funciones", así como el "cese de la represión desatada contra el pueblo de Honduras", aunque no dijo cómo se podría lograr esto.
Indicó que el Gobierno de Venezuela apoya las decisiones "soberanas" adoptadas por Zelaya, que aspira "legítimamente" a regresar a su país, y se dedicó a elogiar a todos aquellos hondureños que han caminado hasta ocho horas para cruzar la frontera con Nicaragua a través de las montañas y burlar así los retenes militares en las carreteras.
Advirtió además de que si la "dictadura" que, según él, pretende imponer Micheletti en Honduras logra consolidarse, se abriría una "amenaza" para todos los pueblos del continente y se regresaría a la época de las dictaduras del siglo XX en América Latina.
Reclamó asimismo que los organismos internacionales de Derechos Humanos investiguen las "violaciones" contra los seguidores de Zelaya por parte del Gobierno de facto.
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