El material corresponde al capítulo 13 del libro "Logros del gobierno frenteamplista: crecimiento e inclusión", que Olesker, catedrático grado 5 de la Facultad de Ciencias Económicas de la Udelar y actual director general de Secretaría del Ministerio de Salud Pública, publicará en los primeros días de agosto con editorial Trilce.
Este material fue entregado a los integrantes de la fórmula presidencial del Frente Amplio y LA REPUBLICA accedió a él.
En el material, Olesker compara diferentes rubros de la gestión de Lacalle y Vázquez y lo hace porque "en ambos períodos se dieron condiciones externas favorables para el país".
El crecimiento del PBI en ambos períodos, con condiciones externas similares, es superior en el gobierno de Vázquez, pero las diferencias más importantes están en cómo se distribuyó ese crecimiento y cómo se sustentó.
Los salarios
La primera diferencia que constata Olesker es que, a pesar de que Lacalle no recibió el país con una de las crisis más graves de la historia, como sí lo hizo Vázquez, empezó su gestión con un "ajuste fiscal". Esto determinó un inmediato deterioro de los salarios: Lacalle limitó el incremento salarial a 15% cuando la inflación era de 33%.
La pérdida salarial fue muy importante y apenas se recuperó al fin del mandato de Lacalle. En el gobierno blanco, los trabajadores tuvieron una recuperación de 3%; en el del FA es cercana a 20%, casi siete veces más.
Además en el gobierno de Lacalle se dejó de convocar los Consejos de Salarios, medida que se mantuvo durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti y el de Jorge Batlle (que Lacalle apoyó). Eso determinó que los trabajadores con menor grado de organización sindical y en particular los trabajadores del Estado, con excepción de los bancarios, en realidad perdieran salario. En el gobierno del FA, con los Consejos de Salarios, la negociación para los trabajadores públicos y la incorporación de asalariados rurales y trabajadoras domésticas, la recuperación fue para todos los trabajadores y, al revés que en el gobierno blanco, los salarios más sumergidos recuperaron más, en algunos casos más de 70%.
PBI e inversión
Como ya se señalara, el PBI creció en los dos períodos, aunque más en el del FA, pero la política de apertura económica neoliberal y la desregulación llevaron a que en el gobierno de Lacalle cayera el PBI industrial y ello llevó a la pérdida de 90 mil empleos industriales.
Otro elemento importante es que durante el gobierno de Lacalle, la inversión con respecto al PBI creció, alcanzando 3,5%, pero en el del FA se alcanzó un récord histórico, tanto en monto absoluto como en porcentaje del PBI, cercano a 20%.
Empleo
La diferencia es aun más notable en cuanto a creación de empleo. Durante el gobierno del FA, se crearon 198 mil puestos de trabajo y en el de Lacalle, 76 mil; hay que agregar que en el caso del FA se incrementó el trabajo con seguridad y protección social.
Inversión social
El último rubro es inversión social. Olesker establece que a pesar del crecimiento económico, durante el gobierno de Lacalle la inversión en salud y educación se incrementó 15%, teniendo en cuenta además que venía de una restricción muy importante con el ajuste fiscal del comienzo de su gestión. En el gobierno de Vázquez, la inversión en salud y educación creció 60%, es decir cuatro veces más. Específicamente en educación, el FA llevó la inversión a 4,5% del PBI; Lacalle terminó su mandato con 2,3%.
El capítulo 13
LA REPUBLICA transcribe textualmente el capítulo del próximo libro de Olesker, "Lacalle y Frente Amplio: una comparación de sus resultados sociales".
¿Por qué es importante la comparación entre este gobierno del Frente Amplio y el del doctor Lacalle?
Porque en ambos períodos se dieron condiciones económicas externas favorables para el país y por ende en ambos períodos existieron condiciones para el desarrollo y el despegue de la economía uruguaya.
Sin embargo, en los resultados sociales, es decir en aquellos elementos que afectan la calidad de vida de las familias y en particular cuando se refiere a la situación de la clase trabajadora activa y pasiva y sus familias, la situación es bien distinta.
Es por ello que analizar los logros sociales del gobierno, que es la materia específica del libro que pretendo desarrollar, requiere de un capítulo de comparación con el pasado y en especial con un período similar en bonanza económica.
El PBI: crecimiento, composición y sustentabilidad
El gráfico 1 nos muestra el crecimiento del producto en ambos gobiernos (estimando en 2% el crecimiento del PBI en 2009) y se ve que en ambos hay crecimiento económico (levemente mayor en este gobierno), llegando al final del período con más riqueza que al comenzarlo. Sin embargo, ya al analizar la descomposición del producto, vemos una diferencia importante que se refiere a la pérdida de gravitación de la industria manufacturera, un sector de impacto muy relevante en las cadenas de valor de un país. El gráfico 2 nos muestra el crecimiento de la industria en el gobierno del Frente Amplio y la reducción real del PBI industrial en el gobierno de Lacalle, que llevó a que pasara de ser de un orden de 25% del producto a poco más de 16% entre 1990 y 1994.
Esto tuvo como consecuencia un aumento relevante de las importaciones de bienes de consumo (una sustitución de importaciones al revés) que pasaron de 200 millones de dólares en 1990 a 800 millones en 1994, implicando una fuerte destrucción de empleos industriales del orden de los 90 mil.
Es decir la desindustrialización fue un resultado relevante de este gobierno, que realizó una apertura indiscriminada sin mirar sus resultados globales.
La gráfica 3 nos resume la situación de los aumentos del PBI global e industrial en ambos gobiernos y es clara la diferencia.
En tercer lugar, si miramos la sustentabilidad del crecimiento, debemos analizar el porcentaje del producto que se dedica a la inversión. Si bien en el período de Lacalle creció respecto al período anterior, seguía lejos del que se había llegado en los años 70. En este gobierno se superó esa cifra, llegando a niveles históricos para el país de casi 20% (gráfico 4).
Es decir el producto en ambos gobiernos creció, pero en el gobierno del FA se realizó una estrategia de crecimiento más alta primero, pero sobre todo más armónica y sustentable con crecimiento de los niveles de inversión.
Pasemos ahora a analizar como repercutió este crecimiento en los aspectos sociales (salarios, empleo y gasto social) en que las diferencias, que ya comienzan a verse en los puntos anteriores, se hacen muy notorias.
Los salarios
El gobierno del doctor Lacalle comenzó con un severo ajuste fiscal que entre otros elementos incluyó un ajuste de salarios, al iniciar, de 15%, con una inflación acumulada al momento del ajuste del orden del 33%. Ello significó una caída de salarios el primer año de gobierno que se ve con claridad en el gráfico 5 y que apenas se recuperó en el resto del período, llegando el aumento del salario real a poco más de 3% con aumento de producto casi cercano a 20%, generando una brecha entre PBI y salarios como muestra el mismo gráfico.
Es decir la llegada de Lacalle al gobierno vino acompañada de un ajuste fiscal que implicó (vale la pena recordarlo) una no convocatoria a los Consejos de Salarios y un aumento salarial de 15% por decreto para todos los trabajadores, cuando la inflación acumulada hasta ese momento era de 33%.
El gráfico 6 muestra esa misma situación de PBI y salarios para nuestro gobierno, y la situación es bien distinta ya que el crecimiento de los salarios fue permanente y acompañó el crecimiento del producto. Esta voluntad de Lacalle de contener los salarios se expresó con claridad en los salarios fijados directamente por el gobierno, es decir en los salarios de la administración central. He aquí la comparación entre Lacalle y nuestro gobierno en el gráfico 7. Allí los aumentos de salarios en el período llegaron a 20%, alineándose con la mejora de la producción.
Se ve nuevamente el impacto del ajuste fiscal con la reducción de salarios públicos al arrancar el gobierno de Lacalle nunca recuperado y quedando el salario en 1994 por debajo de 1989. Su visión del "achique del Estado" fue bajar los salarios de los trabajadores.
La convocatoria a los Consejos de Salarios
Cuando uno busca explicaciones al magro crecimiento de los salarios a pesar de la bonanza económica, encuentra en primer lugar lo dicho en el punto anterior, es decir el mazazo dado por el ajuste fiscal de los 90, que hizo un punto de partida muy perjudicial para los trabajadores.
Pero, en segundo lugar, una causa relevante es la no convocatoria a Consejos de Salarios. Como todos saben, en ese período el doctor Lacalle desmanteló la convocatoria a los Consejos de Salarios con el argumento de la incertidumbre que generaba el ingreso al Mercosur, la necesidad de competitividad (que en su criterio es evidente que sólo debían pagarla los trabajadores) y por ende la necesidad de flexibilizar las relaciones laborales, que en su criterio era desproteger a los trabajadores.
Sin embargo, se mantuvieron algunas convocatorias de sectores con precios regulados que el gobierno de la época quería mantener bajo control. Y la gráfica 8 nos muestra que esos sectores (salud, transporte y construcción) tuvieron una evolución salarial muy por encima de algunos sectores desregulados (como por ejemplo calzado y prendas de vestir).
Es decir los sectores que salvaron su salario, no lo hicieron por la política salarial, que castigó a los trabajadores, sino porque sus organizaciones sindicales lograron mantener niveles de ingreso.
El empleo
Cuando comparamos los períodos de gobierno de Lacalle y el Frente Amplio, los resultados en materia de empleo y desempleo son claros.
Para empezar, el gráfico 9 nos compara la evolución de la tasa de empleo en ambos gobiernos.
Por ello la creación de empleo (la tasa de empleo mide los empleos en proporción a la población en edad de trabajar) crece en nuestro gobierno, llegando a tasas récord, mientras que en el gobierno de Lacalle es casi plano.
Ello se expresa en que, mientras en el gobierno de Lacalle se crearon 79 mil puestos de trabajo, en el gobierno del Frente Amplio fueron casi 200 mil, como muestra la gráfica 10.
En relación a la tasa de desempleo (que mide el número de desocupados en relación a la población económicamente activa), la gráfica 11 es clara. El desempleo es casi estable en Lacalle y cae pronunciadamente en nuestro gobierno.
O sea, repito, la economía con Lacalle creció pero la tasa de desempleo es casi estable como muestra el gráfico.
Una mirada clara sobre este proceso la dan los gráficos 12 y 13 en los que se colocan las tasas de desempleo y empleo juntas para cada gobierno.
Se ve el carácter plano de ambas tasas con Lacalle y el cruce (desempleo cae y empleo crece) en nuestro gobierno.
Gasto social
En los 90, a pesar de los mayores ingresos que el país generó, el gasto de funcionamiento en salud pública (MSP) y educación (ANEP y Universidad) apenas creció en el orden del 15% entre 1991 y 1995, luego de un ajuste fiscal que los redujo sustantivamente en 1990.
En cambio, con los aumentos presupuestales previstos en 2009 (ya incorporados en la rendición pasada y en el presupuesto nacional), entre 2005 y 2009 el aumento del gasto en educación y salud superó el 60% (gráfico 14), sin que hubiera habido además un ajuste a la baja al comenzar el gobierno.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del MEF.
Dicho aumento, en el caso del gasto público educativo, se llevó, tal como se dijo en el programa de gobierno, a 4,5% del PBI. En 1994, ese porcentaje era tan solo de 2,3% del PBI.
Entonces, en ambos períodos la economía creció en un marco de condiciones externas favorables, pero:
1) El crecimiento del período de Lacalle estuvo relativizado en su sustentabilidad por la apertura indiscriminada y de castigo a la industria, que generó inestabilidades productivas futuras.
2) Al mismo tiempo, no pudo darle permanencia y crecimiento estable a las inversiones, aumentando la tasa de inversión pero a niveles insuficientes.
3) La participación de los trabajadores en este período fue muy baja y marginal, tanto porque el crecimiento salarial fue muy inferior al del producto, como por el hecho de que la tasa de creación de empleos fue muy inferior a la del crecimiento del producto.
4) A estos escasos beneficios para los trabajadores, se sumó una política institucional de desregulación laboral, dejando de lado los consejos de salarios.
5) Finalmente, el gasto público social tuvo un escaso crecimiento, contribuyendo a la exclusión social de una gran parte de los trabajadores y jubilados.
6) En cambio, en el período de 2005 a 2009 ocurrió todo lo contrario, y el crecimiento económico se transformó en mejores salarios, en más empleo, en mayor gasto social, al mismo tiempo que se recuperó la institucionalidad perdida (reinstalando los Consejos de Salarios más una larga lista de leyes y normas de protección a los trabajadores entre las que se destaca la de fuero sindical y regulación de las tercerizaciones) y se desarrollaron políticas sociales acordes con el aumento del gasto, que universalizaron el acceso a dichos servicios (reforma de salud, nueva red de protección social y educación)
No hay comentarios:
Publicar un comentario