El devastador terremoto de Sichuan, una región al sur de China, con sus casi 8 grados de magnitud en la escala Richter dejó más de 69.000 muertos y 4,3 millones de personas en la calle en mayo de 2008. Ahora, un año después, se hacen públicos otros datos relacionados con la pérdida de biodiversidad en un artículo publicado en la revista 'Frontiers in Ecology and the Environment'. Uno de ellos es la destrucción del 23% o de los bosques de la zona, principal hábitat del oso panda.
La región de Sichuan es uno de los 'puntos calientes' del planeta en lo que a biodiversidad se refiere: Acoge a más de 12.000 especies de plantas y 1.122 de vertebrados. Entre estos últimos destacan los osos panda, que tienen en esta zona a más de la mitad de su población, según el principal autor del estudio, Weihua Xu, de la Academia China de Ciencias de Beijing. "Estimamos que algo más del 60% de la población de oso panda en libertad sufrió de alguna manera por el terremoto", asegura Xu.
En un esfuerzo por desarrollar estrategias de conservación del hábitat del panda, Xu y sus colegas se valieron de imágenes por satélite de los bosques (de antes y después del terremoto) y observaciones de campo. Después, combinaron los datos obtenidos con los factores que hacen propicia la vida de esta especie como son: la altitud, las pendientes y la presencia de bambú.
Un oso panda desgarra un palo en la reserva de Wolong, Sichuan. Afp
Su estudio reveló que más de 354 kilómetros cuadrados, un 23% del hábitat del panda, se había quedado sin vegetación. Además, la escasa zona que quedó en mejores condiciones se había fragmentado en otras más pequeñas y desconectadas las unas de las otras, lo que según Xu es tan dañino como la destrucción completa.
"Es probable que la fragmentación de tierra en parcelas, que ha separado los ejemplares, haya reducido su número a 35", dice el científico chino. Y añade: "Este tipo de aislamiento incrementa el riesgo de extinción en libertad, debido en parte a una mayor probabilidad de endogamia".
Los científicos chinos desarrollaron un plan para animar a los panda a moverse entre las parcelas mediante un sistema de pasillos o corredores y recomendaron la protección de esas áreas dañadas aunque no se encuentren dentro de las reservas así como que el traslado de los pueblos afectados por el seísmo tuviera en cuenta el hábitat de los panda.
"Es fundamental para la supervivencia de esta especie que se tomen medidas que protejan su hábitat, aunque no todas las zonas formen parte de una reserva", avisa Xu. "Los osos panda son ahora mucho más vulnerables que nunca a los trastornos que les provocan los humanos, incluyendo la reconstrucción de la zona y el turismo. Cuando se unen ambas tras un desastre ecológico como el del año pasado, la conservación de la biodiversidad se convierte en un verdadero desafío", concluye el investigador.
La región de Sichuan es uno de los 'puntos calientes' del planeta en lo que a biodiversidad se refiere: Acoge a más de 12.000 especies de plantas y 1.122 de vertebrados. Entre estos últimos destacan los osos panda, que tienen en esta zona a más de la mitad de su población, según el principal autor del estudio, Weihua Xu, de la Academia China de Ciencias de Beijing. "Estimamos que algo más del 60% de la población de oso panda en libertad sufrió de alguna manera por el terremoto", asegura Xu.
En un esfuerzo por desarrollar estrategias de conservación del hábitat del panda, Xu y sus colegas se valieron de imágenes por satélite de los bosques (de antes y después del terremoto) y observaciones de campo. Después, combinaron los datos obtenidos con los factores que hacen propicia la vida de esta especie como son: la altitud, las pendientes y la presencia de bambú.
Un oso panda desgarra un palo en la reserva de Wolong, Sichuan. Afp
Su estudio reveló que más de 354 kilómetros cuadrados, un 23% del hábitat del panda, se había quedado sin vegetación. Además, la escasa zona que quedó en mejores condiciones se había fragmentado en otras más pequeñas y desconectadas las unas de las otras, lo que según Xu es tan dañino como la destrucción completa.
"Es probable que la fragmentación de tierra en parcelas, que ha separado los ejemplares, haya reducido su número a 35", dice el científico chino. Y añade: "Este tipo de aislamiento incrementa el riesgo de extinción en libertad, debido en parte a una mayor probabilidad de endogamia".
Los científicos chinos desarrollaron un plan para animar a los panda a moverse entre las parcelas mediante un sistema de pasillos o corredores y recomendaron la protección de esas áreas dañadas aunque no se encuentren dentro de las reservas así como que el traslado de los pueblos afectados por el seísmo tuviera en cuenta el hábitat de los panda.
"Es fundamental para la supervivencia de esta especie que se tomen medidas que protejan su hábitat, aunque no todas las zonas formen parte de una reserva", avisa Xu. "Los osos panda son ahora mucho más vulnerables que nunca a los trastornos que les provocan los humanos, incluyendo la reconstrucción de la zona y el turismo. Cuando se unen ambas tras un desastre ecológico como el del año pasado, la conservación de la biodiversidad se convierte en un verdadero desafío", concluye el investigador.
EL MUNDO-ESPAÑA
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