
“Deberíamos usar siempre ropa de algodón”, sintetizó la especialista en el entendido que las tangas que no permiten la respiración de la piel son las más peligrosas.
Incluso los bordes de la prenda deben ser de algodón ya que la humedad
que queda atrapada por el material sintético dentro de la mini bombacha,
genera una propensión mayor a las infecciones.
La banda elástica que sostiene la tanga es también un problema. “Si se mueve solamente uno o dos centímetros de lugar, termina depositando bacterias del colon en la vagina o en la uretra”, explicó la médica.
El “círculo vicioso” de la retención de humedades
Los materiales sintéticos que favorecen la retención de la humedad dentro de la prenda íntima, a su vez hacen que aumente la secreción vaginal
y genera el llamado “círculo vicioso de la tanga”. Las mujeres suelen
solucionar el problema con toallitas femeninas, lo que no hace más que
retener todavía más humedad, lo que reinicia más potenciado aún el ciclo
entre secreción e infección.
“Una tanga muy apretada, puede además irritar el recto y eso inflama las hemorroides”
concluyó detallando la especialista que entiende, no ser alarmista con
sus advertencias, sino que ellas deben ser tenidas en cuenta
particularmente por las personas propensas a las infecciones, y también,
porque no, por aquellas mujeres que advierten cambios de algún tipo en
el estado regular de sus partes íntimas, lo que podría estar siendo
provocado por la prenda en boga.
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