Estados Unidos explicará a las autoridades brasileñas el funcionamiento de los programas de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA),
pero no presentará una disculpa como le exigen. La revelación de una
supuesta intromisión de la agencia de inteligencia estadounidense en las
comunicaciones del gobierno de Dilma Rousseff llevó a su responsable de exteriores a exigir una disculpa por escrito al presidente estadounidense, Barack Obama, y amenaza con suspender la visita de la mandataria brasileña a Washington el mes próximo.
“Queremos asegurarnos de que los brasileños entienden exactamente
cuál es la naturaleza de nuestras estrategias de inteligencia, aseguró
este miércoles el viceconsejero de Seguridad Nacional de Obama, Ben
Rhodes, a bordo del avión presidencial. Rhodes evitó responder si pedirá
perdón a Rousseff. “Hacemos labores de inteligencia como prácticamente
todos los países del mundo. Si hay alguna preocupación a la que podamos
responder, mientras cumplamos con los requisitos de nuestra seguridad
nacional, lo haremos dentro del marco de la relación bilateral”.
La Casa Blanca asegura que Obama ha mantenido un encuentro con
Rousseff durante la primera jornada de las reuniones del G20 que se
celebran en San Petersburgo, Rusia. “Entendemos lo importante que es
esto para los brasileños”, afirmó Rhodes el día anterior. La
Administración Obama defiende su intención de trabajar con las
autoridades brasileñas “para que sepan con mayor claridad lo que hacemos
y lo que no, y para conocer nosotros sus preocupaciones”. De momento,
Rousseff ha cancelado el viaje preparatorio de su equipo para la visita
que tiene programada a Washington este otoño.
La Casa Blanca ha definido el posible encuentro con el equipo de
Rousseff como “una reunión importante” y asegura que continuarán
resolviendo este asunto por los canales diplomáticos y de inteligencia
tradicionales. El pasado 1 de septiembre, un programa del canal de
televisión Globo 1 reveló que la NSA habría espiado los contenidos de llamadas de teléfono,
correos electrónicos y mensajes de teléfonos móviles de la presidenta
brasileña y sus asesores más cercanos, así como varios ministros.
Inmediatamente después, el ministro de Asuntos Exteriores, Luiz Alberto Figueiredo, convocó al embajador de Estados Unidos
para pedirle explicaciones. Brasil sostiene además que si se demuestra
que verdaderamente se trata de espionaje, el Gobierno llevará el caso a
Naciones Unidas. Se trata de la última revelación del periodista Glenn
Greenwald gracias a los documentos proporcionados por el exempleado de los servicios de inteligencia de EE UU, Edward Snowden. Mientras que éste ha recibido asilo en Moscú, Greenwald y su pareja, el brasileño David Miranda, acaban de ser concedidos protección especial por las autoridades brasileñas.
Obama también respondió este miércoles a la polémica despertada por
las diversas informaciones publicadas desde el pasado mes de junio por
el diario británico The Guardian, con respecto al espionaje de
la NSA en los sistemas de comunicación de EE UU y en Internet. El
presidente aprovechó su comparecencia ante los medios en Estocolmo,
donde se encontraba de visita oficial un día antes del comienzo de las
reuniones del G20, para defender que el servicio secreto estadounidense,
como en el caso de otros países “intenta mejorar nuestro conocimiento
de lo que sucede en todo el mundo".
El mandatario estadounidense reconoció sin embargo que las labores de
inteligencia "no siempre funcionan como deberían" y que el avance de la
tecnología habría convertido las normativas actuales en “insuficientes”
para examinar la cantidad de información que manejan las agencias.
"Nuestros métodos y posibilidades son mayores que las de otros países,
pero no vamos por el mundo escuchando llamadas telefónicas".
Obama defendió una vez más que el objetivo de los programas de
espionaje es la lucha antiterrorista. Ante las quejas de gobiernos como
el de Brasil, el presidente aseguró que EE UU “debe responder a algunas
de las preocupaciones legítimas” que han despertado las revelaciones
sobre la NSA. “Estamos trabajando en ello”.
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