En la película 'Ratatouille' las ratas eran excelentes cocineras, y
no es de extrañar porque estos animalillos tienen unos gustos muy
parecidos a los de las personas.
Ahora, un estudio de la empresa 'Opertech Bio', con sede en Filadelfia (EEUU) ha empleado ratas a las que se entrenó para convertirlas en catadoras expertas. La elección de estos animales para llevar a cabo el experimento se hizo por sus "extraordinarias capacidades sensoriales, la facilidad de aprender a desarrollar tareas complejas y la coincidencia con los humanos en preferencias alimentarias", señalan estas fuentes.
Con un sistema llamado 'Microtiter Operant Gustometer' (MOG), se consiguió la medición de la calidad del sabor dando a probar diferentes alimentos a las ratas. Tal y como se publica en 'Plos One', las ratas fueron entrenadas para presionar dos palancas a cambio de una recompensa en forma de bolita de comida.
En el experimento, la palatabilidad de las soluciones presentes en la placa se determinó contando el número de veces en los que la lengua de la rata entró en cada uno de los pocillos que contenían la comida.
En comparación con otros ensayos para evaluar la palatabilidad, el 'índice de lametazos' del sistema MOG "ha demostrado ser independiente de otros factores como la sed y el hambre, y por lo tanto es valorado por los investigadores como una indicación puramente hedonista asociada con el estímulo del sabor", señala el estudio.
Según explica Kyle R. Palmer, director científico de Opertech Bio y autor principal del estudio, "debido al alto rendimiento que se alcanza con el sistema MOG, se puede capturar una gran cantidad de información sensorial en un tiempo relativamente corto. Estos volúmenes de datos son susceptibles de sofisticados análisis y de la elaboración de modelos predictivos. Además, el ajuste de curvas se puede utilizar para determinar los intervalos de concentración en el que un ingrediente de sabor u otro sabor químico activo transmite sus efectos sensoriales".
Ahora, un estudio de la empresa 'Opertech Bio', con sede en Filadelfia (EEUU) ha empleado ratas a las que se entrenó para convertirlas en catadoras expertas. La elección de estos animales para llevar a cabo el experimento se hizo por sus "extraordinarias capacidades sensoriales, la facilidad de aprender a desarrollar tareas complejas y la coincidencia con los humanos en preferencias alimentarias", señalan estas fuentes.
Con un sistema llamado 'Microtiter Operant Gustometer' (MOG), se consiguió la medición de la calidad del sabor dando a probar diferentes alimentos a las ratas. Tal y como se publica en 'Plos One', las ratas fueron entrenadas para presionar dos palancas a cambio de una recompensa en forma de bolita de comida.
En el experimento, la palatabilidad de las soluciones presentes en la placa se determinó contando el número de veces en los que la lengua de la rata entró en cada uno de los pocillos que contenían la comida.
En comparación con otros ensayos para evaluar la palatabilidad, el 'índice de lametazos' del sistema MOG "ha demostrado ser independiente de otros factores como la sed y el hambre, y por lo tanto es valorado por los investigadores como una indicación puramente hedonista asociada con el estímulo del sabor", señala el estudio.
Según explica Kyle R. Palmer, director científico de Opertech Bio y autor principal del estudio, "debido al alto rendimiento que se alcanza con el sistema MOG, se puede capturar una gran cantidad de información sensorial en un tiempo relativamente corto. Estos volúmenes de datos son susceptibles de sofisticados análisis y de la elaboración de modelos predictivos. Además, el ajuste de curvas se puede utilizar para determinar los intervalos de concentración en el que un ingrediente de sabor u otro sabor químico activo transmite sus efectos sensoriales".
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