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lunes, 12 de agosto de 2013

La madre condenada por comprar con una tarjeta ajena desnuda su indulto

Una dramática sentencia judicial rescató a Emilia Soria del anonimato el pasado mes de enero. Condenada por comprar comida y pañales para sus dos hijas pequeñas con una tarjeta de crédito que halló en la calle, a punto estuvo de entrar en prisión tras cinco años de recursos. Se libró in extremis, a apenas 15 días. Ahora, siete meses después, esta joven de 27 años posa ligera de ropa en la portada de Interviú.
"Es un regalo para las 200.000 personas que me apoyaron en Internet", afirma Emilia Soria en una entrevista concedida al 'Programa del Verano' de Telecinco. Ya en su día, Emilia no dudó en brindar elogios a todos los que respaldaron su causa. Tras la suspensión de la condena, primero, y el posterior indulto del Gobierno, afirmaba: "Es como si me hubiera tocado la lotería".
Refugiada en una peluca oscura, insinúa sus curvas con un body que juega abiertamente con las transparencias. Y por si el resultado no fuera lo suficientemente explícito, deja al descubierto uno de sus pechos. Su marido, asegura, no tiene celos. Es más, "está supercontento" con esta nueva aventura.
Atrás queda ya el periplo en los juzgados que arrancó hace cinco años después de que un tribunal le condenara a una pena de cárcel por gastar 193 euros en comida y pañales para sus dos hijas con una tarjeta de crédito extraviada que halló en las calles de Requena.
"No tenía comida, a mí me da igual porque podía comer pan con aceite y sal, pero mis niñas necesitan muchas cosas. Y una niña abre la nevera y no tiene comida y se te cae el alma al suelo", explicaba durante los días de incertidumbre, cuando su ingreso en prisión parecía inexorable.
Tras años de recursos y dilaciones, la ejecución de la sentencia iba producirse cuando Emilia, vecina de Requena, había rehecho por fin su vida. Se había casado y tenía una hija más, Samira, de tres años.
La joven nunca ha eludido su culpabilidad, aunque consideraba excesivo el precio a pagar por un desliz circunscrito a las necesidades económicas por las que atravesaba en aquel momento.
El pasado 1 de febrero su situación se resolvió definitivamente. El Consejo de Ministros aprobó la petición de indulto. El Gobierno conmutó la pena de cárcel por 30 días de trabajos en beneficio de la comunidad.
Pudo respirar tranquila horas antes de hacerse oficial esta noticia porque el Juzgado de Ejecución Penal número 13 "inhabilitó la ejecución de la pena" antes de conocerse la medida de gracia. Por entonces, cerca de 200.000 personas habrían estampado su firma en una campaña iniciada en la Red para evitar que Emilia fuese a la cárcel.

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