El viento de Levante ha soplado este fin de semana en la zona del
estrecho de Gibraltar con rachas de más de 50 kilómetros por hora. Las
noches han sido oscuras y las temperaturas en la superficie han bajado
de los 20 grados. Las condiciones no eran idóneas para navegar y menos
en pequeñas e inestables balsas neumáticas. Sin embargo, ninguna de
estas razones han retraído a los inmigrantes, que han vuelto a echarse
al agua para llegar a España desde Marrueco. Ayer fueron 34, de nuevo de
origen subsahariano, que se sumaron a los 135 rescatados en las 48 horas previas.
“Cada vez es mayor el riesgo que corren”, advierte Iván Lima, uno de
los voluntarios de Cruz Rojo que asiste a los rescatados en Tarifa.
Entre los 34 salvados ayer del temporal de levante había una mujer
embarazada. En la docena de embarcaciones localizadas previamente, había
otras tres en avanzado estado de gestación, un bebé y una niña de
cuatro años que se recupera en el hospital de Algeciras de la hipotermia
severa sufrida durante la travesía.
Los 135 inmigrantes rescatados
entre el viernes y el sábado habían dejado en alerta a todos los
dispositivos. Las sospechas de que había más se confirmaron pronto. A
las nueve de la mañana de este domingo se recibió el primer aviso sobre
la localización de una embarcación hinchable en la que viajaban nueve
varones y una mujer. Una hora y cuarto después, la embarcación Salvamar Gadir
desembarcaba a los inmigrantes en el puerto de Tarifa, de donde fue
trasladada la mujer al hospital Punta Europa de Algeciras (Cádiz) por su
estado de gestación y por presentar síntomas de malestar.
A las once de la mañana volvían a sonar los avisos y los quince
miembros de Cruz Roja que ayer prestaban servicio en la Asamblea de
Tarifa se volcaban en la atención de otros 24 hombres localizados en
tres balsas de juguete.
"Se encontraban en aparente buen estado de salud. Tan sólo estaban
mojados por la acción del mar durante la travesía y con algunos síntomas
de frío, sin llegar a padecer hipotermias”, explicó Iván Lima, uno de
los voluntarios de Cruz Roja en Tarifa con más experiencia en el trato y
atención.
Al llegar, los integrantes del equipo de asistencia distribuyeron
galletas, zumos y agua. “Se trata de intentar equilibrar el azúcar y
paliar la sed padecida a lo largo del viaje”, explicó Iván Lima, quien
aún se sorprende de que sean capaces de navegar en embarcaciones tan
frágiles y vulnerables.
Tras las primeras atenciones, en la Asamblea de Cruz Roja, los
inmigrantes fueron conducidos hasta las dependencias policiales de
Algeciras para tramitar la propuesta de expulsión y dejarlos en
libertad.
En total, entre el viernes y la mañana de ayer fueron 169 los
indocumentados rescatados en el Estrecho. Los responsables de Cruz Roja
esperan que el número siga creciendo en los próximos días. Hasta la
fecha, en el puerto de Tarifa ha sido atendidas 914 personas, 740 de
origen subsahariano y 167 marroquíes. Algunos de estos últimos no
hicieron la travesía en patera sino que fueron localizados ocultos en
los numerosos transbordadores que en estos días realizan la travesía
entre el sur de España y el norte de Marruecos. Por sexos, 29 de las 914
personas eran mujeres (todas subsaharianas) y 815 hombres. Menores de
edad, la mayoría marroquíes, han sido localizados 70, siete de ellos
bebés.
El presidente de Cruz Roja Española en Andalucía, Javier
García-Villoslada, se mostró “sorprendido” por esta “avalancha” de
inmigrantes que están llegando a la costa gaditana. “Sobrecoge, desde el
punto de vista humanitario, ver cómo algunos están llegando en lanchas
casi de playa con el peligro tremendo que eso conlleva”, destacó.
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