La mayor organización política de España utilizó durante dos décadas
su enorme poder para, presumiblemente, financiarse de manera ilegal
mediante aportaciones en efectivo de empresarios adjudicatarios de obras
y pagar generosos sobresueldos irregulares en metálico a su cúpula
dirigente, incluyendo al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Así lo aseguró el lunes en sede judicial el responsable de sus cuentas durante ese tiempo, Luis Bárcenas, en prisión después de que se le descubriese una fabulosa fortuna en Suiza de supuesto origen ilícito.
La documentación inédita aportada por Luis Bárcenas al juez, recogida
en un pendrive cuyo contenido publica hoy EL MUNDO, eleva a 8,3 millones de euros
el dinero negro que, según la contabilidad del ex tesorero del PP, se
manejó durante dos décadas en Génova. Ese archivo informático apunta a
Álvarez-Cascos como recaudador de efectivo para la caja B: 42 millones
de pesetas entre 1994 y 1998.
Según los cálculos de este diario, si se actualizasen esos 8,3
millones en valor monetario de 2013, ascenderían a más de 11,5 millones
de euros. De acuerdo con esa estimación, la media anual de dinero negro
en circulación en la sede del partido en el poder -que gobernó también
entre 1996 y 2004- superaría los 600.000 euros.
El principal beneficiario de los pagos en negro sería el asesor electoral Pedro Arriola, mientras que el segundo perceptor neto de dinero en efectivo sería ya el actual presidente, Mariano Rajoy, que según las cuentas de Bárcenas habría recibido casi 350.000 euros.
Otros dirigentes significativos de aquella etapa habrían recibido cuantiosos pagos: Jaime Mayor (unos 250.000), Federico Trillo (200.289), Rodrigo Rato (182.458), Javier Arenas (casi 150.000).
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