Renfe está ejecutando sin ninguna publicidad para los viajeros el plan de supresión de trayectos y reducción de frecuencias
de los servicios no rentables de líneas regionales y de media
distancia. El plan, que afecta en mayor o menor medida a todas las
regiones comenzó a ponerse en práctica a comienzos de mayo y se
completará durante este mes hasta el próximo día 23 de junio.
El denominado Plan de adecuación de servicios, un documento de trabajo entregado a los miembros del consejo de administración
de la operadora a comienzos del pasado mes mayo, contiene los
principales cambios en la oferta de media distancia y va en la línea del
objetivo del Ministerio de Fomento de supresión de los trayectos y de
las estaciones que se consideren ineficientes por su baja rentabilidad o
escasa ocupación. Antes del próximo 30 de junio, el Consejo de
Ministros deberá definir qué servicios resulta pertinente sujetar a
obligación de servicio público, es decir, cuáles se subvencionan y
cuáles se cierran.
Parte de ese trabajo ya está hecho con la ejecución del propio plan
de ajuste de Renfe. Las regiones más afectadas son Galicia, Castilla y
León, Andalucía y Extremadura en donde se han suprimido completamente
varios trayectos (Fomento insiste en que no se pueden llamar líneas
porque seguirán cubiertas por otros trenes de Larga Distancia o Alta
Velocidad)
Renfe, que no ha hecho público el plan de ajuste ni ha dado
publicidad al cierre de servicios, cifró ayer el ajuste en un 5,7% del
total de la demanda de servicios de media distancia, es decir, a unos
900.000 viajeros afectados. La reordenación supondrá la reducción de
unas 500 frecuencias, al pasar de las algo más de 3.500 a las algo más
de 3.000, según fuentes de la operadora pública.
Horas antes, el presidente de Renfe, Julio Gómez Pomar, había
estimado, en un acto organizado por la Asociación de Periodistas de
Información Económica (APIE), que el ajuste afectaría entre un 10% y un
20% del total, es decir, entre 3 y 4,5 millones de viajeros, pero
fuentes de la empresa precisaron luego que se trataba de un error. El informe de Ineco, de abril de 2012, estimaba en 1,6 millones los viajeros afectados por los planes de racionalización de Fomento.
Este baile de cifras viene a refrendar la nocturnidad y la escasa
publicidad que tanto desde Renfe como desde el Gobierno quieren darle a
este espinoso asunto. De hecho, muchos viajeros se han enterado por la
web de Renfe de la supresión de los servicios. Ayer mismo, la web de
Renfe no permitía comprar billetes con cierta antelación de las líneas
afectadas cuyos cambios se van a ejecutar durante este mes como el
Madrid-Gijón.
Así, por ejemplo, ha ocurrido en Galicia. Entre los trenes que
dejaron de circular ya el pasado domingo y los que pararán a finales de
este mismo mes, la región perderá 50 de los 485 servicios semanales
internos que prestaba Renfe, el 10,3%. En realidad, los servicios
regionales suprimidos han sido muchos más, pero la empresa ha paliado
parte de ese recorte con más trenes a Madrid, que permiten mantener en
gran medida las comunicaciones entre las principales ciudades gallegas.
Pero los trenes que quedan han dejado de tener tantas paradas
intermedias, lo que supone el cierre de 22 pequeñas estaciones sin
apenas viajeros y que varias decenas más pasen a tener una única parada
al día. Con estos cierres, Galicia habrá perdido el 40% de las
existentes hace diez años. La principal línea afectada es la
Ourense-Puebla de Sanabria, cuyos 14 servicios semanales, uno diario en
cada sentido, desaparecerán a finales de mes.
Extremadura va a ser otra de las comunidades más perjudicadas. Hasta
siete trenes (con 14 circulaciones diarias) va a dejar de prestar
servicio. Uno de ellos, el de media distancia entre Llerena y Sevilla,
ya lo hizo el pasado domingo, mientras que otros seis trenes figuran en
la propuesta de supresión a partir del próximo día 16.
En Andalucía, la mayor parte del ajuste previsto ya se ha ejecutado.
En las dos últimas semanas se han cerrado seis servicios y han dejado de
circular 16 trenes. El pasado 19 de mayo se cerraron Córdoba-Bobadilla y
Algeciras-Ronda, mientras que el pasado domingo 2 de junio dejaron de
circular los trenes de Huelva-Jabugo-Zafra, Sevilla-Llerena y los que
unían Linares-Baeza con Almería y con Granada. La supresión de estas
líneas ha supuesto la eliminación de 42 paradas.
Madrid pierde media docena de trenes, bien de forma total o bien
reduciendo el servicio a días sueltos de la semana. Desde el 2 de junio
se suprimieron los dos trenes Alvia que conectan Madrid y Barcelona y,
para el verano, se prevé reducción temporal de los trenes de Alta
Velocidad en ambos sentidos.
El plan de racionalización de Renfe ha recortado las frecuencias del
servicio entre Cuenca y Valencia. Esta línea perdió a partir del pasado
26 de mayo un servicio por sentido. De la reducción de trenes entre
Valencia y Teruel, la compañía asegura que no se ha llevado a cabo el
recorte después de que el Gobierno de Aragón trabaje en un acuerdo con Renfe para que no se interrumpa el servicio.
El grupo parlamentario socialista pedirá el próximo 11 de junio en la
Comisión de Fomento que se retire este plan “cuyos únicos criterios son
la ocupación y la rentabilidad económica, en lugar de otros como la
movilidad o su afección al empleo”, critica el diputado Rafael Simancas.
El diputado acusó al Gobierno de actuar “de tapadillo” sin informar
públicamente de las modificaciones que “deberían estar ya a disposición
de todos los ciudadanos en la web de Fomento y Renfe”.
Con información de Cristina Vázquez, Ginés Donaire, Daniel Cordero, David Reinero, Carlos Laorden, Pilar Álvarez, Mikel Ormazabal y Ramón Muñoz.
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