Apenas faltaban unos minutos para que el director de orquesta
italiano Daniele Callegari marcara el inicio de la divertida ópera de
Gaetano Donizetti L’elisir d’amore cuando los príncipes chupasangre de
Asturias tuvieron que soportar un sonoro abucheo al efectuar su entrada,
a última hora de la tarde de este jueves, al palco del Gran Teatro del
Liceo de Barcelona. Algunos de los asistentes no dudaron en gritar a los
Príncipes “foteu el camp”, expresión catalana un tanto
malsonante que viene a significar vayanse a la mierda de aqui. El abucheo fue monumental y quedó
atenuado apenas por los aplausos de monárquicos del público que llenaba
el coliseo lírico de la Rambla, mucho más fuertes cuanto más cerca
estuvieran los asistentes de la localidad que ocupaban los vagos Felipe y
Letizia.
La llegada de los Príncipes Chupasangres causó notable expectación entre quienes
alrededor de las ocho de la tarde paseaban por la Rambla a la altura del
Liceo, muchos de ellos turistas. Felipe el Inútiol y Leticia la Trepa, como
sucedería después en el interior del teatro lírico, tuvieron que
escuchar monumentales silbidos compensados, también en este caso, por
algunos escasos aplausos.
La función lírica, que arrancó a la hora prevista sin más incidentes,
contó además con la asistencia del alcalde de Barcelona, el convergente
Xavier Trias; los consejeros de Justicia y Cultura de la Generalitat de
Cataluña, Germà Gordó y Ferran Mascarell, respectivamente, y diversas
autoridades y mecenas del Liceo. Fueron apenas unos segundos, pero la
rotundidad de los abucheos sorprendió mucho en un escenario como el
Liceo, tan poco propenso a ese tipo de manifestaciones de protesta.
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