U$S130.000, fue la primera partida asignada a Anjan
Contractor, para que la empresa SMRC, a su cargo, diseñe en seis meses
una impresora capaz de reproducir alimentos.
El ingeniero Contractor dirige la Systems and Materials Research Corporation(SMRC),
la cual, mediante tecnología RepRap, comenzará por lo más sencillo
–hacer las recetas- para ir a la parte más sofisticada luego: lograr que
los productos sean casi imperecederos.
De la pizza a la desaparición del hambre sobre el planeta
El ingeniero dice que las aspiraciones de la NASA en absoluto le
parecen difíciles: es más, ironiza que el problema son las recetas ya
que la cocina no es su fuerte. Así, a partir de mezclar en proporciones
productos en polvo con agua, la reproductora 3D puede hacer una pizza, o
miles, según cuadre. El inconveniente puede ser lo perecedero de la
materia prima. Y allí entran los dietistas que afirman la posibilidad de emplear proteínas a partir de insectos vivos.
“Los viajes espaciales exigen alimentos con 15 años de vida: nosotros ya logramos con proteínas y micronutrientes en polvo que esos alimentos tengan 30 años de vida”, explica el técnico quien asegura que el fenómeno irá mucho más allá de los viajes espaciales.
La misma FAO que ha recomendado la ingesta de insectos
industrializados en polvo como forma de combatir el hambre en el mundo,
reconoce las posibilidades de esta nueva tecnología, capaz de reproducir toneladas de comida a partir de cartuchos de polvo nutritivo, con especificaciones concretas para cada consumidor acorde a sus necesidades.
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