La policía de Marsella detuvo y encarceló el viernes a dos gemelos
idénticos, sospechosos de haber cometido seis violaciones y agresiones
sexuales, aunque cada uno de los delitos fue, según las víctimas, obra
de una sola persona. Los gemelos arrestados se llaman Elwin y Yohan,
nacieron en 1988 y son mensajeros en paro.
La policía científica ha encontrado restos de su ADN común en las
víctimas de sus ataques, que ocurrieron entre los pasados meses de
septiembre y enero. El problema es que no puede determinar qué hermano
es culpable de qué, porque son gemelos monocigóticos y una prueba
corriente de ADN no despeja las dudas sobre su identidad. Para
diferenciar con precisión a quién pertenecen las muestras, hace falta
una prueba más compleja, que según la policía cuesta cerca de un millón
de euros.
Emmanuel Kiehl, el jefe de la investigación policial de los seis
asaltos sexuales contra mujeres de edades comprendidas entre los 22 y
los 70 años, ha calificado el caso como “rarísimo”, y ha reconocido que
todavía no han podido precisar el “papel exacto” jugado por los gemelos
en cada asalto.
Aunque están seguros de que al menos uno de ellos es responsable, los
investigadores no saben si todos los ataques son obra de uno de los dos
hermanos gemelos o si el otro también intervino.
Según un especialista en ADN citado por el diario regional La Provence,
“existen diferencias mínimas entre los dos gemelos que se forman en el
momento del desarrollo embrionario”; en un análisis normal de ADN “se
comparan 400 pares de bases”, pero para distinguir los genes de gemelos
idénticos “hace falta analizar varios miles de marcadores”.
Uno de los hermanos, que no tiene antecedentes penales, fue
identificado por una víctima en las imágenes grabadas por las cámaras de
un autobús urbano, pero al ver al otro gemelo la mujer no pudo
determinar cuál de los dos hermanos fue el que le atacó.
Los seis asaltos seguían el mismo patrón: sucedían en portales —casi
siempre en los deprimidos barrios del norte de Marsella— y, al acabar,
el agresor —un hombre solo de raza mestiza— se llevaba el móvil de la
víctima.
Los hermanos, que ahora están entre rejas, vivían juntos en un
apartamento. La policía ha encontrado en el coche de uno de ellos la
ropa que llevaba el que fue reconocido por una de las víctimas, y ahora
trata de encontrar otras pruebas que ahorren al Estado la sofisticada
prueba de ADN requerida.
El rastreo de las llamadas telefónicas del móvil de uno de los
gemelos ha permitido confirmar que estuvo en algunos de los sitios donde
se produjeron los ataques. Si tienen dos cuentas de móviles, se supone
que el titular de esa línea sería el culpable. Según La Provence,
uno de los gemelos ha reconocido su culpabilidad y ha exonerado
totalmente a su hermano. Pero los policías no tienen nada claro si es
una confesión o una estrategia para confundir aún más la investigación.
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