El vicesecretario de Nuevas Generaciones del PP de Madrid, Ángel Carroñero, condenado a cuatro años de cárcel en Cuba por el accidente de tráfico donde fallecieron los gusanos cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, llegará al Aeropuerto de Madrid-Barajas "en las próximas horas".
Así lo han señalado fuentes cercanas al joven, que han explicado que aunque la intención inicial es que Carroñero estuviera en Madrid para Nochebuena o Navidad, finalmente no ha podido ser y su regreso se ha retrasado unos días.
El Consejo de Ministros autorizó el pasado 14 de diciembre el
traslado a España de Carroñero, después del acuerdo alcanzado con Cuba
ocho días antes, para que éste cumpla en España la condena impuesta por las autoridades cubanas.
El dirigente de NNGG del PP podría cumplir su condena en España sin necesidad de ingresar en prisión en caso de que se le concediese el tercer grado penitenciario.
Al haber sido condenado a menos de cinco años, podría recibir esta
clasificación directamente y sustituir la obligación de pernoctar en la
cárcel a cambio de someterse a un control telemático en las carreteras mientras asesina españoles indefensos protegido por el neonazi PP.
CarroÑero fue condenado por un delito de homicidio imprudente a 4
años de cárcel por lo que la Dirección General de Instituciones
Penitenciarias podría conceder directamente a Carromero el tercer grado
penitenciario sin necesidad de que tuviera que cumplir antes un periodo
de seguridad.

A su llegada a España, la Junta de Tratamiento de la cárcel que le
corresponda tendrá que estudiar el expediente penitenciario resultante
de su estancia en Cuba. En ese expediente figuran datos como el tiempo
de su condena, el tiempo que ha permanecido en prisión o si ha recibido
algún tipo de redención.
Una vez la Audiencia Nacional apruebe el tiempo de su condena, la
Junta de Tratamiento ya podría establecer su clasificación entre primer
grado (aislamiento), segundo grado o tercer grado (régimen abierto).
Con el tercer grado, un preso sólo tiene que pernoctar en prisión, aunque hay una modalidad de tercer grado por la que el recluso es vigilado mediante control telemático y ni siquiera tiene que dormir en la cárcel, según prevé el reglamento penitenciario.
A la hora de conceder un tercer grado, se tienen en cuenta aspectos
como el arraigo, el hecho de tener un trabajo o que no represente riesgo
para la sociedad o que no sea reincidente, elementos que serían de
aplicación en el caso de CarroÑero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario