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viernes, 16 de noviembre de 2012

La Policía Municipal no cerró el botellón a 10 euros por coche del Madrid Arena

La Policía Municipal no clausuró el botellón que se organizó en el aparcamiento del Madrid Arena, a 10 euros por coche, la noche en la que murieron durante un concierto cuatro jóvenes, según se desprende del informe que ha elaborado la dirección General de la Policía Nacional.
El Ayuntamiento de Madrid sabe desde hace meses que en ese aparcamiento se organizan este tipo de concentraciones, pues este verano se reunían decenas de vehículos antes de entrar a la terraza Aqua, que fue abierta con polémica y con acusaciones de favoritismo en favor de los adjudicatarios de la instalación.
Los agentes de la Policía Nacional fueron a recoger la documentación que se exige para hacer el concierto y una vez tuvieron esa documentación "acompañaron al señor C. (encargado de la empresa) a dar una vuelta por el recinto exterior a petición de éste, observando los actuantes que en la zona del parking había varios vehículos con la música muy elevada y un elevado número de jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas (haciendo botellón)".
El informe señala que "por lo que antes de que los suscribientes pudieran decir nada, el sr. C. les informó de que habían habilitado un parking como zona de botellón cobrando un total de 10 euros por vehículo y que estos jóvenes estaban realizando ese botellón y sobre las 2.00 o 3.00 horas, cuando el artista principal actuara, accederían a la pista".
El agente de seguridad también les preguntó sobre las entradas vendidas "comunicando éste que habían vendido unas 10.000, siendo este número superior al que ellos habían comunicado a la Delegación del Gobierno, puesto que en su escrito reflejaba que esperaban la asistencia de 7.000 personas".
En otro momento de la visita para recoger la documentación los funcionarios preguntaron dónde se encontraban los responsables de Protección Civil, contestando la persona que representaba al recinto Madrid Arena "que a este tipo de eventos no se presentaba nunca ningún miembro de Protección Civil".

Documentación del concierto

Los funcionarios de las fueras de seguridad habían acudido a las 21.30 horas a buscar la documentación sobre el concierto y esperaron a que hiciera acto de presencia el responsable de seguridad de la empresa Seguriber "con el fin de que les entregara la documentación que se requiere para esos eventos".
Apreciaron que además de la documentación que les habían dado faltaba el Plan de Vigilancia Thriller Music Park (Madrid Arena) de la empresa Seguriber, "manifestando el jefe de seguridad que lo tenía en su despacho, por lo que invitó a los funcionarios a acompañarles a ese lugar para hacer entrega de la documentación".
"Antes de dirigirse a dicha oficina, -añade el informe policial- se les unió el responsable del Madrid Espacios y Congresos, así como el jefe de equipo de Seguriber, siendo invitados los actuantes en esos momentos por aquellos a ver las instalaciones".
El informe señala que "cuando llegaron todos los mencionados a la sala donde se ubicaba el escenario, los suscribientes observaron que los extintores no se encontraban colocados en su lugar correspondiente, extremo que hicieron saber a los responsables".
Antes de llegar a la oficina comprobaron "que la vía de acceso de bomberos estaba bloqueada con vallas de seguridad y sus correspondientes bases de hormigón, por lo que los funcionarios les indicaron que deberían retirarlas ya que estaban obstruyendo una vía de emergencia, procediendo la organización a retirarlas inmediatamente".

Inspección del recinto exterior

Una vez que los funcionarios tuvieron el plan de seguridad, acompañaron al responsable de Seguriber a dar una vuelta por el recinto exterior, a petición de éste, observando el botellón que se estaba realizando en el parking.
Cuando los funcionarios se retiraban del lugar en su vehículo policial comprobaron como en las inmediaciones, así como en la parada del Metro de Lago había una masiva afluencia de jóvenes haciendo botellón "que junto a los que se encontraban en el parking ya mencionado conformaban el público del evento".
Los funcionarios señalan que "si en algún momento se excedieron en sus cometidos fue por un exceso de celo profesional al comprobar, tras ser invitados por los responsables del evento, que en los lugares indicados de las instalaciones existían irregularidades que podrían ocasionar que el evento se desarrollara con normalidad, todo ello al no ser comprobado por los responsables de Protección Civil".

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