París, 9 nov (PL) El Senado francés aprobó hoy un proyecto de ley
sobre los migrantes, rechazado por algunos partidos que lo consideran
insuficiente para garantizar los derechos de las personas en situación
irregular.(RadioPL)
Presentado por el ministro del Interior, Manuel Valls, el texto prevé
sustituir la pena de cárcel para quienes no cuenten con sus permisos
legales por una detención de 16 horas, durante la cual se verificará su
estatus y se tomará una decisión sobre su posible expulsión.
Esta normativa modifica un dictamen emitido en julio pasado por la Corte de Casación donde se plantea que un indocumentado solo puede ser retenido cuatro horas y luego debe ser liberado, independientemente de si se inicia o no un procedimiento de deportación.
El nuevo proyecto de ley aprobado por el Senado propone también suprimir la penalización a las personas que, de manera desinteresada, ayuden a un inmigrante.
La propuesta contó con el voto a favor del gubernamental Partido Socialista (PS) y la conservadora Unión por un Movimiento Popular, mientras Europa Ecología los Verdes se abstuvo y los comunistas se opusieron.
Según Jean-Pierre Michel, del PS, el objetivo de la legislación es definir mejor el marco jurídico para controlar la situación legal de un extranjero.
Los ecologistas y los comunistas consideran, por su parte, que la iniciativa no aporta suficientes garantías a los sin papeles.
Nosotros esperábamos un proyecto que obligara a garantizar los derechos de las personas en situación irregular, dijo Laurence Cohen, del Partido Comunista Francés.
El ministro del Interior advirtió que su gobierno no permitirá una regularización masiva de migrantes como ocurrió en 1981 y en 1997.
Según el titular, el país necesita "una migración en el plano económico y demográfico, pero al mismo tiempo estamos viviendo una crisis económica y social".
Valls declaró que el número de deportaciones en 2012 será superior al del año pasado, cuando se alcanzó la cifra récord de 33 mil expulsiones.
Esta normativa modifica un dictamen emitido en julio pasado por la Corte de Casación donde se plantea que un indocumentado solo puede ser retenido cuatro horas y luego debe ser liberado, independientemente de si se inicia o no un procedimiento de deportación.
El nuevo proyecto de ley aprobado por el Senado propone también suprimir la penalización a las personas que, de manera desinteresada, ayuden a un inmigrante.
La propuesta contó con el voto a favor del gubernamental Partido Socialista (PS) y la conservadora Unión por un Movimiento Popular, mientras Europa Ecología los Verdes se abstuvo y los comunistas se opusieron.
Según Jean-Pierre Michel, del PS, el objetivo de la legislación es definir mejor el marco jurídico para controlar la situación legal de un extranjero.
Los ecologistas y los comunistas consideran, por su parte, que la iniciativa no aporta suficientes garantías a los sin papeles.
Nosotros esperábamos un proyecto que obligara a garantizar los derechos de las personas en situación irregular, dijo Laurence Cohen, del Partido Comunista Francés.
El ministro del Interior advirtió que su gobierno no permitirá una regularización masiva de migrantes como ocurrió en 1981 y en 1997.
Según el titular, el país necesita "una migración en el plano económico y demográfico, pero al mismo tiempo estamos viviendo una crisis económica y social".
Valls declaró que el número de deportaciones en 2012 será superior al del año pasado, cuando se alcanzó la cifra récord de 33 mil expulsiones.
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