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jueves, 18 de octubre de 2012

Uruguay, 145° país en legalizar el aborto y 2° en Latinoamérica, tras Cuba hace 47 años

En el resto de la región, la interrupción del embarazo es también legal solo en Ciudad de México, Guyana y Puerto Rico.
En todo el mundo,  144 países ya legalizaron el aborto, mientras que 17 todavía no lo hicieron. Más allá de diferencias locales, en todos ellos se considera prioritaria la vida de la mujer por sobre  la del fruto de su embarazo. El aborto es legal en casi toda Europa. Latinoamérica es la región “más atrasada” al respecto.
La iniciativa, que despenaliza la interrupción del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación y cumpliendo ciertas condiciones previas, fue aprobada con 17 votos de 31, con el respaldo de los 16 legisladores del gobernante Frente Amplio (FA, izquierda) y del senador Jorge Saravia, exintegrante del FA y que actualmente milita en el opositor Partido Nacional.
“Es un día histórico para el Uruguay”, dijo la senadora oficialista Constanza Moreira, indicando que ahora hay que hacer una campaña para que las mujeres conozcan este derecho.
El proyecto ya había sido aprobado el 25 de septiembre por la Cámara de Diputados, por una ajustada mayoría de 50 votos a favor y 49 en contra, por lo que ahora solo resta que sea promulgado por el Poder Ejecutivo.
El Parlamento puso así fin a décadas de debates sobre un tema que ha dividido a la sociedad uruguaya, tras el fracaso de cerca de una decena de proyectos de legalización del aborto desde 1978.
El más reciente fue en 2008, cuando el Parlamento habilitó la interrupción del embarazo pero la norma fue vetada por el entonces presidente Tabaré Vázquez -el primero de izquierda en el país- alegando “principios éticos”.
En cambio, su sucesor José Mujica ya anunció que no vetará esta iniciativa.
El proyecto aprobado el miércoles -que implicó una negociación con el Partido Independiente (PI) para lograr los votos en la cámara de Diputados- prevé no penalizar la interrupción del embarazo si la mujer que quiera hacerlo se entrevista con un equipo interdisciplinario que le informará sobre los riesgos, las alternativas, los programas de apoyo a la maternidad y los de adopción.
Como excepción, se autorizaría el aborto cuando el embarazo implique un grave riesgo para la salud de la mujer, cuando haya malformaciones incompatibles con la vida extrauterina o cuando el embarazo sea producto de una violación, en ese caso dentro de las 14 semanas de gestación.
Si la mujer no cumple con los trámites y se realiza un aborto podrá ser penalizada según los términos de una ley vigente desde 1938, que pena con tres a nueve meses de prisión a la mujer que permita la práctica y con seis a 24 meses a quien colabore con el acto abortivo.

 Frustración y temas pendientes

El debate enfrentó a quienes defendieron el derecho del embrión con quienes consideraron el proyecto una alternativa a la ineficacia de la ley actual, vigente desde 1938 y que pena con prisión a la mujer que consienta un aborto y a quien colabore con el mismo.
“Esta ley está alineada con los consensos sociales actuales en Uruguay”, dijo el senador del FA Luis Gallo, enfatizando que “la sociedad no considera que la mujer delinque cuando aborta”.
“Solo el 0,04% de los 30.000 abortos que se dice se realizan en Uruguay terminan en procesamientos”, enfatizó el legislador.
Al realizarse de forma clandestina, los abortos en Uruguay son difíciles de contabilizar, pero según datos de organizaciones no gubernamentales en este país de 3,4 millones de habitantes se registran más de 30.000 abortos por año, frente a unos 47.000 nacimientos.
Desde la oposición, el senador Alfredo Solari, del Partido Colorado, cuestionó que “esta es una mala solución a un problema médico social que tiene este país”, indicando que instaura un sistema “complejo y dificultoso” y que acceder a una entrevista con un equipo multidisciplinario será “prácticamente imposible” en gran parte del interior del país.
A su vez, horas después de la aprobación el diputado nacionalista, Pablo Abdala, anunció a una radio local que el jueves junto a otros legisladores de su partido lanzará una campaña que buscará firmas para alcanzar un referéndum que permita derogar la ley aprobada.
El texto finalmente aprobado ha sido cuestionado tanto por los grupos “ProVida” como por la Coordinadora por el Aborto Legal, quienes dicen que no garantiza a la mujer a decidir libremente.
La sociedad civil que encabezó una “larga lucha por lograr la autonomía de las mujeres sobre su propio cuerpo hoy siente un cierto grado de insatisfacción”, admitió la senadora oficialista Mónica Xavier, redactora de dos proyectos anteriores que quedaron por el camino.
María José Scaniello, integrante de CLADEM-Uruguay, red feminista que defiende los derechos de la mujer, dijo a la AFP que tiene “sentimientos contradictorios” pero que es “un avance muy grande en el acceso de las mujeres a un aborto seguro”.
En tanto, desde el movimiento “Provida”, Sofía Reyes aseguró que “con ley o sin ley el trabajo va a seguir siendo apoyar a la madre para que pueda tener ese bebé”.
La organización Médicos del Mundo consideró que la norma es “un antecedente positivo” para el reconocimiento de los derechos de las mujeres en la región.

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