Primero fueron los pueblos de la periferia, como Alcalá de Henares, que tiraron por la calle de en medio y decidieron recoger en una norma todas las reglas de convivencia desparramadas en las diferentes ordenanzas municipales. Ahora, le toca el turno a Madrid.
Ahora, la alcaldesa, Ana Botella ha anunciado la próxima elaboración y aprobación de una Ordenanza de Convivencia en el que se regularán asuntos tan dispares como la prostitución, la mendicidad o las estatuas humanas de las plazas del corazón de la ciudad.
Según aclara un portavoz del Ayuntamiento, en la nueva regulación se recogerán los "atentados contra la dignidad de las personas; degradación visual del entorno urbano; apuestas o el uso inadecuado del espacio público para juegos".
También se ordenarán otras conductas en el espacio público. Por ejemplo, las que adopten formas de mendicidad, las de ofrecimiento y demanda de servicios sexuales; Necesidades fisiológicas; consumo de bebidas alcohólicas; comercio ambulante no autorizado de alimentos, bebidas y otros productos; actividades y prestación de servicios no autorizados; uso impropio del espacio público; actitudes vandálicas en el uso del mobiliario urbano y otras conductas que perturben la convivencia ciudadana (ruidos, música, etc.).
Se trata de "normas Básicas de conducta y cuidado de la vía pública, en las que se establecerán las instrucciones comunes sobre régimen sancionador y otras medidas de aplicación (mediación, medidas de carácter social y educativo)".
Respecto a la posibilidad de que se sancione a los clientes de la prostitución, desde el Ayuntamiento se mantienen en la misma posición, dejar en manos del Gobierno central la cuestión para que todos los municipios de España tengan la misma regulación. El asunto ha salido a la palestra después de que UPyD haya dado a conocer a través de 'El País' su intención de que pedir en el Pleno que se sancione. El Consistorio siempre se ha mantenido en su misma posición, proteger a las mujeres y dejar en manos del Gobierno su regulación.
La idea del Consistorio es aprobar una Ordenanza de Convivencia Ciudadana en el primer semestre de 2013. La nueva regulación derogará la todavía vigente ordenanza de Policía Urbana y Buen Gobierno de la Villa de Madrid del 17 de julio de 1948.
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