Más de medio millón de personas en España sufren esquizofrenia, un
trastorno mental con una alta y temprana mortalidad. Así lo muestran los
pacientes que presenten una esperanza de vida un 20% inferior al resto de la población,
según ha explicado el director del Programa Esquizofrenia Clínic del
Hospital Clínic y la Universidad de Barcelona, el doctor Miquel
Bernardo.
Este experto, que ha participado en el marco del XVI Congreso
Nacional de Psiquiatría, que se celebra en Bilbao hasta el 28 de
septiembre, ha recordado que "se trata de una enfermedad grave a la que
actualmente se destinan unos recursos escasos, que deberían ser ampliados".
Actualmente, añade, la esquizofrenia "es una de las áreas de la psiquiatría en la que más investigación se está realizando
y, de hecho, está siendo considerada como un área prioritaria por parte
de las autoridades". Las razones son varias, aunque este experto,
responsable también del Área de Relaciones Institucionales, Comunicación
y Difusión del centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental
(Cibersam), destaca que es la tercera causa de discapacidad entre la gente joven, en el ámbito mundial.
"Además, es una enfermedad tan prevalente como pueden ser el Alzheimer o la diabetes. La mortalidad, muy alta y temprana,
es característica de la enfermedad, (los pacientes presentan una
esperanza de vida un 20% menor que la de la población general). E
incluso, sufren una mayor incidencia, por su mayor vulnerabilidad, ante
otras patologías", añade.
En cuanto a los costes, la esquizofrenia es la patología cerebral que más costes lleva asociados,
por detrás de las demencias. "Hasta ahora, los costes estaban
infraestimados, pero gracias a los últimos estudios ha quedado de
manifiesto que es necesario y rentable invertir y dotar de más recursos a
la lucha contra esta patología", advierte.
"Estamos más cerca que nunca de conseguir marcadores biológicos que nos permitan un mejor diagnóstico.
Y además, en lo relativo al tratamiento, no nos limitamos al
tradicional control de los síntomas, sino que, más allá, trabajamos
desde el primer momento para potenciar la recuperación del proyecto
biográfico del paciente", afirma.
El trabajo con los pacientes
Durante años, los pacientes que sufren esta enfermedad "han padecido además de la propia patología, la incomprensión
de muchas personas y han sido víctimas de un estigma injusto y de un
deseo de invisibilidad por parte de la sociedad". A su juicio, "hoy,
esto es inadmisible y ya se trabaja desde hace tiempo con los pacientes,
sus familiares y otros actores sociales".
"Hoy está universalmente aceptado que para el tratamiento de estos
pacientes no sólo es necesario contar con medicación, sino con un ambiente adecuado,
la psicoeducación del paciente y la familia, psicoterapia,
rehabilitación, etcétera. Todo ello influye favorablemente en el control
de la enfermedad, algo esencial para el paciente", explica.
Este experto, ha recordado que "es falso que la esquizofrenia es para siempre", ya que el 66% de las personas con diagnóstico de esquizofrenia logra obtener un nivel aceptable de adaptación a la vida familiar, ocupándose de su autocuidado, participando en las labores del hogar y conviviendo con otras personas.
"De este grupo, cerca de la mitad de los afectados consiguen, además,
mantener ciertas actividades (educativas, ocupacionales o laborales)
fuera de la familia", por tanto, dependiendo de los casos, "se consigue
en muchas ocasiones un grado aceptable de normalización en la vida del
paciente".
No obstante, ha recordado que "hasta un 20% de los pacientes con esquizofrenia muestran una evolución muy negativa
de la enfermedad, por lo que requieren una atención especial y una
demanda de recursos sanitarios y sociales alta, e, incluso, el
internamiento".
La esquizofrenia es un producto de la interacción de variables
genéticas y ambientales, con más susceptibilidad en personas que han
sufrido alteraciones en el neurodesarrollo. Entre los factores que
pueden predisponer a una persona a presentar esquizofrenia, están las causas genéticas,
en las que se estima que si se tiene un familiar de primer grado con
trastorno de esquizofrenia la probabilidad de padecerla es de un 10%.
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