El robot Curiosity
de la NASA ha descubierto rocas que fueron talladas y moldeadas por
corrientes de agua en la superficie de Marte. Anteriores misiones al
Planeta Rojo ya habían detectado indicios de la presencia de agua, pero
es la primera vez que se encuentran piedras forjadas por arroyos o ríos.
Los científicos de la misión están analizando las imágenes de las
rocas enviadas por el robot. Sus tamaños y formas ofrecen pistas sobre la velocidad a la que fluía el agua por su superficie y también sobre su profundidad.
"Teniendo en cuenta el tamaño de las piedras, podemos interpretar que el agua se estaba moviendo a unos tres pies (0,9 metros) por segundo,
con una profundidad que a una persona le llegaría al menos hasta los
tobillos, y quizás hasta la cadera", ha explicado William Dietrich, de
la Universidad de California en Berkeley, uno de los investigadores
principales de la misión.
Para obtener esos resultados, los investigadores estudiaron en profundidad las imágenes realizadas por el rover 'Curiosity' -que aterrizó en la superficie de Marte el pasado mes de agosto-
de las rocas del interior del cráter marciano Gale en el que se
encuentra el vehículo. Usaron fotografías tomadas en dos afloramientos
rocosos situados en la base de la pared del cráter (que tiene más de
5.000 metros de altitud) y llamados Link y Hottah, como homenaje al lago
Hottah, situado al nordeste de Canadá.
En busca de lugares habitables
"Se ha especulado mucho y se han lanzado múltiples hipótesis sobre
los canales de Marte. Pero esta es la primera vez que realmente hemos
visto piedras que fueron transportadas por agua en la superficie de
Marte. Ya no estamos especulando sobre el tamaño de los sedimentos, sino
que lo estamos observando directamente", ha asegurado este investigador.
Los investigadores no pueden precisar la edad exacta de las rocas ni cuando estos arroyos recorrieron la superficie de Marte,
como hoy lo hacen en la Tierra, pero, según indicó ayer John
Grotzinger, del Instituto de Tecnología de California (Caltech), "tienen
varios miles de millones de años".
Nunca se ha encontrado una prueba biológica en Marte. De hecho, ni siquiera se buscan ese tipo de evidencias. La misión del 'Curiosity' no es buscar vida,
si no es estudiar el potencial de habitabilidad del planeta. Y en ese
sentido, los resultados no pueden ser mejores en poco más de un mes.
"Un arroyo de amplias dimensiones podría ser un entorno habitable",
ha asegurado John Grotzinger, otro de los investigadores principales de
la misión. "Aunque no era la zona por la que más apostábamos para
intentar detectar la presencia de material orgánico, demuestra que ya
hemos encontrado el primer entorno potencialmente habitable".
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