Artur Mas afronta
desde hoy y hasta el jueves un crucial debate de Política General en el
Parlamento catalán. En él pretende canalizar las demandas soberanistas
de buena parte del electorado catalanista sin romper con el tradicional
juego de equilibrios y ambigüedades que tantos réditos ha dado a Convergència i Unió.
Mas acudirá al Parlamento catalán con la incógnita de cuándo va a convocar elecciones anticipadas
y dando ya por enterrado su gran objetivo de legislatura: el pacto
fiscal. Lo que CiU y el resto de los partidos esperan es que el
presidente aclare su hoja de ruta. Un adelanto de lo que propondrá
consta en el borrador que Convergència i Unió ha enviado a diferentes
grupos parlamentarios para articular una propuesta de resolución. En él
se asegura que los intentos para encajar Cataluña en España “son una vía
sin recorrido” y que el Gobierno catalán debe “consultar la voluntad
del pueblo catalán” sobre su futuro colectivo.
La propuesta de resolución, a la que ha tenido acceso EL PAÍS,
recoge las principales reivindicaciones de CiU en línea con lo que ha
venido defendiendo Artur Mas las últimas semanas. En ella se hace
especial hincapié en que las relaciones Cataluña-España se encuentran en
vía muerta tras el fracaso del Estatuto y el portazo de Mariano Rajoy a negociar con la Generalitat un sistema de financiación similar al del País Vasco, el denominado pacto fiscal.
“El Parlamento de Cataluña constata que a lo largo de estos treinta
años una parte muy importante del catalanismo se ha comprometido a fondo
con la transformación del Estado español para poder encajar en él sin
tener que renunciar a nuestras legítimas aspiraciones nacionales. Pero
los intentos de encaje de Cataluña en el Estado español son hoy una vía
sin recorrido; Cataluña debe iniciar su transición nacional basada en el derecho a decidir”, reza el segundo punto de la resolución.
La forma de ejercer este derecho a decidir debe ser una consulta, defiende CiU.
Sin embargo, los nacionalistas se resisten a aclarar si se trata de un
referéndum o de unas elecciones. Y en ningún momento hablan de
calendarios.
En otro punto de la resolución se afirma: “El Parlamento de Cataluña
constata la necesidad de que el pueblo de Cataluña pueda determinar
libremente y democráticamente su futuro colectivo e insta al Gobierno a
consultar su voluntad”.
Que CiU se refiere a una consulta soberanista se desprende no tanto
del articulado como de la introducción que acompaña el texto, donde los
nacionalistas ponen de relieve que, tras la masiva manifestación del 11 de septiembre, “resulta necesario consultar a la ciudadanía sobre la posibilidad de que Cataluña sea un nuevo Estado de Europa”.
Sin
utilizar la palabra independencia, que sigue siendo tabú para Mas, los
nacionalistas quieren que el Parlamento catalán apruebe también que
Cataluña debe hacer “su propio camino constatando la necesidad de
que el pueblo catalán pueda decidir libre y democráticamente su futuro
colectivo como única vía para garantizar el progreso social y el
desarrollo económico”.
Esta petición llega en un momento en que la Generalitat está pendiente de recibir más de 5.000 millones del fondo de rescate autonómico, que se pondrá en marcha en los próximos días.
Los nacionalistas insisten en los términos “proceso democrático” y en
que cualquier cambio de estatus de Cataluña se haría de forma
“dialogada” con “la comunidad internacional, la Unión Europea y el
Gobierno español”.
Fuentes de CiU insistieron en que el texto es un borrador que, con
toda probabilidad, sufrirá cambios antes de su aprobación al final del
debate, el jueves. El objetivo es consensuarlo, como mínimo, con ICV,
ERC y Solidaritat per la Independència.
La negociación no será un camino de rosas. Los ecosocialistas de ICV,
si bien defienden la convocatoria de un referéndum de
autodeterminación, rechazan de plano lo que consideran como un intento
de CiU de polarizar el panorama político entre partidarios y detractores
de la independencia, y temen que los nacionalistas solo busquen tapar
con este discurso el impacto de los recortes del Gobierno de Mas. Desde
ERC y Solidaritat se ha avisado a CiU de que la resolución deberá
contener el lema de la manifestación independentista del 11 de
septiembre “Cataluña, nuevo Estado de Europa”.
El lunes, jornada festiva en Barcelona, CiU mantuvo discretos
contactos con algunos de estos partidos para acercar posiciones. Artur
Mas tuvo una única aparición pública; fue para acompañar al alcalde de
Barcelona, Xavier Trias, a la misa en honor de la patrona de la ciudad, y
ambos fueron increpados por huelguistas del Metro.
Mas también recibió una advertencia de la Asociación de Militares
Españoles, de militares retirados y de carácter minoritario, que le
amenazó con llevarle ante un tribunal castrense por “alta traición” si
su Gobierno toma la senda independentista.
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