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viernes, 27 de julio de 2012

Canon contra Canon


Hace unos días que Canon anunció de forma oficial la Canon EOS M. Aún no he podido probar el modelo de preproducción que está circulando pero varios blogs han hablado de él. Recomiendo leer los posts de Iker Morán y Juan Castromil pero el resumen viene a ser el mismo: la Canon EOS M es una "sin espejo" compatible con las lentes de la marca mediante un adaptador, con una línea de lentes nueva pensada para este modelo, pantalla táctil de tres pulgadas, sistema de enfoque híbrido y con un sensor de tamaño APS-C de 18 megapíxeles, similar al que se suele encontrar en las cámaras réflex de gama de entrada y media.

Lo interesante es que Canon por fin se ha decidido a entrar en este sector. Canon es una de las compañías que peor lleva eso de "comerse a si misma", es decir, sacar productos que compitan con el resto de su catálogo. Si no recuerdo mal durante años sus cámaras de fotos grababan vídeos con límite de tiempo para no dañar el negocio de sus videocámaras.

La misma razón, creo, es la que le ha llevado a pasar tanto tiempo alejada de las compactas "sin espejo". Es una categoría de producto que afecta al negocio de las réflex de gama baja y media y aunque es mucho más atractivo que el negocio de las cámaras compactas simples (usan lentes intercambiables que suelen tener un margen de beneficios muy alto) está lejos del dinero que mueve la fotografía réflex.

Este miedo asoma en la nueva cámara en los rincones más insospechados: los controles táctiles de la pantalla son una forma de simplificar el uso y para muchos aficionados a la fotografía podrían ser más incómodos que los controles convencionales de una cámara réflex; el énfasis de este nuevo modelo se está poniendo en la capacidad de grabación de vídeo más que en el de la fotografía; no hay visor electrónico, ni siquiera como accesorio.

Pero aún así es una apuesta curiosa. Hace una semana desempolvé mi 60D y volví a cogerle el gusto a la fotografía "de gran tonelaje" (llevo casi medio año disparando sólo con el teléfono). Rumié durante unas horas la idea de comprar una réflex full frame pero al final, como siempre, todo sigue igual. Parte de mi quiere algo pequeño y compacto pero con controles manuales y buenas lentes. Otra parte quiere un sensor completo y un visor tradicional. Hay un tercero en discordia que es el que hace los números y lee los extractos del banco. Suele ser el que pone fin a la discusión.

Por cierto, la Canon M sale a la venta en otoño por 850 euros con una lente 18-55 mm-, algo menos con la focal de 22mm.

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