La Fiscalía de Seguridad Vial ha puesto en el punto de mira a los conductores, en la mayoría de los casos los propios padres, que sufran un accidente de tráfico con niños pequeños que no iban correctamente protegidos -es decir, con el sistema adecuado a su edad y bien colocado- y que resulten fallecidos o heridos graves.
Actualmente, esos conductores ya se ven inmersos en procesos judiciales cuando son responsables del siniestro de forma imprudente y el menor fallece. En este caso, incluso se enfrentan incluso a penas de cárcel. El salto cualitativo se produce porque, si se logra demostrar que la desprotección del menor es causa de lesiones más graves o de su muerte, el conductor también verá incrementada la pena que se pedirá.
Además, se pretenden impulsar otras medidas como trasladar a la Fiscalía de Menores para que estudie el caso, y si el menor necesita algún tipo de amparo, cuando el automovilista sea multado por tercera vez llevando a los niños sin sillita o cinturón. Aparte de los 200 euros y pérdida de tres puntos de cada sanción.
Asimismo, se pedirá la prohibición para que los menores de 14 años no puedan viajar en ningun medio de transporte público (taxis o autobuses) sin el correspondiente sistema de retención
Todo, a resultas de un estudio pionero sobre la siniestralidad infantil que, por primera vez, se ha basado en la información de siniestros investigados judicialmente. En concreto, 67 accidentes con 68 víctimas mortales seleccionados por orden de entrada en los juzgados. En 2009, murieron en accidente de tráfico 60 niños, y 79 en 2010.
El trabajo de campo ha revelado unos datos que dejan a las claras el mal uso de este tipo de dispositivos que realizan la mayoría de los padres. El 46% de los niños no llevaba ningún sistema de retención, otro 18% lo llevaba pero mal colocado y únicamente el 30% lo utilizaba y lo hacía de forma correcta.
Los accidentes con víctimas mortales, según estimaciones de la Fiscalía, se podían haber reducido un 51% si los niños hubiesen estado correctamente protegidos. Se trata de casos, en donde los niños resultan aplastados por otros ocupantes del vehículo, en muchos casos por la propia madre que lo llevaba cogido en su regazo, o salen despedidos fuera del habitáculo de pasajeros.
El proyecto, que se encuentra todavía en desarrollo, consta de tres fases. La primera es la fase técnica, la segunda la jurídica y la tercera es la de las conclusiones, que estarán encaminadas a la creación de propuestas de reformas legislativas que permitan reducir los fallecimientos infantiles en accidentes.
Está previsto que la investigación esté terminada a finales de este año, y para entonces la Fiscalía, que trabaja en algunos aspectos en colaboración con la DGT, presentará sus propuestas legislativas definitivas.
La no utilización de sistemas de retención adecuados constituye infracción de una norma básica de cuidado que se traduce en la imputación al conductor del fallecimiento como un homicidio por imprudencia grave (castigado en el art. 142 CP con una pena de prisión de 1 a 4 años) o leve. De esta forma, los responsables del estudio recuerdan que la responsabilidad en caso de que no se hiciera uso de los sistemas de retención infantil o se utilizaran de forma incorrecta recae sobre los representantes legales del menor.
Cambios legales para salvar vidas
Por eso, las primeras conclusiones a las que han llegado piden modificar la Ley sobre Tráfico para introducir una regla específica en el art. 11 donde se establezca la obligación del conductor de llevar a todos los menores de edad, en cualquier tipo de transporte público o privado de personas, haciendo uso de sistemas de retención infantil adecuados a su tasa y peso, o para aquellos cuya estatura sea superior a 135 cm el cinturón de seguridad.
Además, también quieren modificar el Código de Circulación con el mismo fin y suprimir la exención a los taxistas para que también tengan que utilizar los sistemas de retención infantil de forma obligatoria.
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