.

.

lunes, 18 de junio de 2012

El sondeo moscovita del diferendo nuclear iraní

Por Antonio Rondón García

Moscú, 18 jun (PL) La ronda moscovita sobre el diferendo en torno al programa nuclear iraní podría convertirse hoy en un sondeo sobre si se continúa con un esquema negociador o se pasa a relaciones más belicosas entre Teherán y Occidente.

Todo el asunto gira en torno a algo que Irán considera desde hace mucho tiempo como un tema fabricado artificialmente por Occidente: las sospechas de que prepara el arma nuclear bajo el parapeto de un programa de uso pacífico de la energía atómica.

Estados Unidos durante muchos años, bajo el referido argumento, impuso sanciones unilaterales a la República Islámica que tuvo poca acogida en otras capitales occidentales, pero en el último lustro, en medio de una intensa campaña informativa, sumó adeptos a ese fin.

De hecho, la nueva ronda de conversaciones que por dos días se realizará en el capitalino hotel Anillo de Oro para tratar el asunto iraní por el llamado sexteto mediador, ocurre cuando Washington prepara la puesta en práctica de otra ley extraterritorial.

Rusia, China, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y Alemania conforman el llamado sexteto que después de un receso de 13 meses, inició en este año una serie de rondas con Teherán, primero en Estambul (14 de abril) y luego en Bagdad (23-24 de mayo).

Pero mientras eso ocurre, incluso después que el secretario general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, anunció un acuerdo con Irán para reanudar las inspecciones, Occidente planea nuevas restricciones unilaterales contra ese país.

La Unión Europea (UE) pondrá en vigor, a partir del próximo 1 de julio, un embargo a la compra del petróleo contra el Estado persa, mientras el 28 de este mes la Casa Blanca inicia la aplicación de una legislación contra Irán que afecta a terceras naciones.

Washington pretende cerrar el paso a su mercado a las compañías extranjeras que osen mantener relaciones con el Banco Nacional de Irán, una medida califica de dañina para las relaciones entre Rusia y Estados Unidos por el ayudante presidencial ruso, Yuri Ushakov.

Tales sanciones serán un golpe para los nexos entre Washington y Moscú y para las perspectivas de cooperación en la esfera internacional, declaró Ushakov en vísperas del viaje del mandatario Vladimir Putin a la reunión del Grupo de los 20, en México.

En la ciudad de Los Cobos, Putin realizará su primer encuentro con su similar estadounidense, Barack Obama, tras asumir la jefatura del Kremlin y de seguro el tema iraní estará presente en esas pláticas.

Pero la ronda moscovita tiene muchas aristas. El ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, defendió recientemente la necesidad de discutir un documento presentado a Irán en Bagdad, basado en los principios de reciprocidad y trabajo por etapas.

La secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, demostró la posición intransigente de su gobierno al demandar la completa suspensión por Teherán de su programa nuclear y la elaboración de una hoja de ruta para inspeccionar el cumplimiento de esa demanda.

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Said Yalili, expresó, por su lado, su esperanza de que en esta urbe la comunidad internacional reconozca oficialmente el derecho de su país al uso de la energía atómica y al enriquecimiento de uranio.

Yalili declaró al arribar la víspera a esta urbe que su nación buscar explicar una contrapropuesta de cinco puntos lanzada por la parte iraní en la capital iraquí, basada en los principios del Tratado de No Proliferación Nuclear, del cual la nación persa es signataria.

La parte rusa la encabeza el viceministro del Exterior Serguei Riabkov, quien se reunió ayer con el delegado iraní y el sábado pasado con el negociador chino Mao Zhaoxu, destaca el diario Komersant.

El propio rotativo afirma que en la presente ronda de negociaciones, se le propondrá a Irán limitar el enriquecimiento de uranio en su planta de Natanze de 20 por ciento a entre 3,5 y cinco, así como el cierre de la fábrica nuclear subterránea de Fordo.

De igual forma, Komersant señala que Teherán se le propondría emplear 145 kilogramos de uranio enriquecido para producir isótopos en el reactor experimental para investigaciones médicas de Bagdad.

A su vez, Occidente desea inspeccionar la instalación atómica de Parchin, donde la prensa occidental especula que la República Islámica supuestamente elabora el arma nuclear.

Sin embargo, el rotativo afirma que no existe ninguna posición común respecto a las referidas propuestas.

Por su lado, Ushakov estima que resulta inadmisible la imposición de sanciones unilaterales contra Irán, pues éstas no solo perdieron su razón de ser, sino que, además, dañan el propio proceso para la búsqueda de una solución pacífica al mencionado diferendo.

En ese sentido, el especialista del Instituto de Evaluaciones y Análisis Estratégico de Rusia, Serguei Davidenko, descarta por el momento una acción bélica contra Teherán al considerar que Occidente apuesta por desestabilizar al gobierno iraní desde adentro.

Los golpes a Irán van en la dirección económica, cultural y de la política exterior, con un refuerzo del bloqueo internacional, sumado a una feroz guerra informativa, opina el experto.

Davidenko estima que la amenaza de la guerra contra Irán es casi peor que la propia guerra, pues obliga a Irán a dedicar ingentes esfuerzos y recursos a la defensa, en detrimento de su desarrollo económico y de su esfera social.

Tanto Davidenko como David Sazhin, del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, esperan pocos resultados relevantes en esta capital, aunque de llegarse un acuerdo para efectuar otra ronda, sería un paso de avance, opinan.

Yalili se reúne aquí con la Alta Representante de la UE para las Relaciones Internacionales y Asuntos de Seguridad, Catherine Ashton, y con los mediadores del sexteto, pero las posiciones son muy divergentes por lo que la apuesta por el éxito resulta difícil.

No hay comentarios: