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viernes, 18 de mayo de 2012

Montoro roba a los pobres para dárselo a los mercados

Montoro, el hombre que robaba a los pobres para dárselo a los mercados

¿Qué pasa? ¿Por qué no oigo vuestras risas? ¿No os habéis enterado? ¡Ya están aquí los Presupuestos! Montoro ha presentado los números más austeros de la historia de la democracia. Porque Montoro es más grande que la vida. Le das unas cuentas estatales del tamaño del gordo de 'Lost' y te devuelve a Kate Moss en ayunas. Más que un recorte, esto es una amputada. Mirad (os lo pongo de menor a mayor, que jode más):

Menos 2% en la Casa Real, menos 6,8% en Sanidad, menos 15% en Cultura, menos 15,7% en políticas sociales, menos 21% en Educación, menos 25% en I+D y menos 33% en infraestructuras. Pero tranquilos, demócratas, que el PP no es tonto. El PP sabe cómo manejar el timón de este escuálido barquichuelo llamado España. El PP es consciente de qué es lo que les quita el sueño a los habitantes de este país y me ha pedido que os mande un mensaje de calma: ¡TRANQUILOS, ESPAÑOLES, QUE LOS MERCADOS VAN A COBRAR!

- Lo siento, Señor Martínez, pero no vamos a operarle del colon porque no tenemos dinero para el quirófano.

- Sí, sí, ¿pero los mercados van a cobrar?

- Lo siento, Señor Martínez, pero su hijo no va a poder ir a la universidad porque se han agotado las becas.

- Sí, sí, ¿pero los mercados van a cobrar?

- Lo siento, Señor Martínez, pero Su Majestad el Rey no va a poder pintarse el velero de rojo Ferrari porque le han reducido un 2% su asignación.

- ¡Me cago en los Lunes, pero esto no puede ser! ¿Pero cómo le quitan la chapa y pintura a su Majestad? ¡Recórteme la pensión!

Así funciona la cabeza de Montoro: Pagas impuestos. Tus impuestos van a recapitalizar a los bancos. El Estado se queda sin dinero. Pide un crédito. Pide un millón de créditos. Te recortan los derechos para ahorrar más dinero de tus impuestos. El Estado paga el crédito. Sigue sin tener dinero. Mientras, tú, en la calle, cenas un calcetín y una lata de comida para gatos calentada en un bidón de gasolina. Ay no, mierda, que la gasolina también está cara. Es el nuevo orden mundial, se llama “Debocracia” y no le gusta que queméis containers.

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